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PANTEÓN DE LA FAMILIA DE LA GANDARA
Separata del libro Sacramental de San Isidro. Descripción pormenorizada de patios claustrales, sepulturas, nichos y panteones.
Mª Teresa Llopis y Candelarese Historiadora
María Teresa Llopis Candelarese
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PATIO DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN
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Sacramental de San Isidro
PANTEÓN DE LA FAMILIA DE LA GANDARA
Firma del autor situada en el lado izquierdo de escultura
EL ÁNGEL DEL ESCULTOR GIULIO MONTEVERDE, REALIZADO PARA LA MARQUESA DE LA GÁNDARA EN EL CEMENTERIO DE SAN ISIDRO DE MADRID.
Como complemento al Panteón de los marqueses de la Gandara, es obligado destacar la existencia en su interior de una de las más espléndidas esculturas del comendador Giulio Monteverde, considerado uno de los mejores escultores decimonónicos. Según documentación propiedad del archivo de la sacramental en un documento en italiano fechado en Roma el 4 de abril de 1881; el proyecto fue encargado por la marquesa viuda de la Gándara para su difunto esposo; el general del mismo título. La encomienda era un conjunto escultórico de gran envergadura. Del estudio del documento se deduce que la decoración interna de la capilla, se componía de tres grupos escultóricos y la causa de no haberse elaborado en su totalidad podría ser el elevadísimo coste no solamente por la ejecución de las piezas, si no por el traslado y montaje de las esculturas en España, que cuyos gastos corrían a cargo de la marquesa, por lo que se concluye con el precioso sepulcro que ocupa el centro de la capilla mortuoria y su bellísimo ángel de formas femeninas que lo hace único e irrepetible, realizado en 1883.
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Angeles del mismo autor realizados para el panteón del banquero Francisco Oneto en el cementerio municipal de Staglieno en Génova,
Se podría clasificar dentro de los ángeles custodios de los sepulcros, cuya iconografía se utiliza en el último tercio del siglo xix; cuando éstos adoptan actitudes femeninas, posturas e incluso «roles» y sentimientos asociados a la mujer; como proteger y amparar a niños, cuidar a los ancianos y enfermos en su lecho y consolar a los desesperados por el dolor. En este caso aparece sentado sobre un monumental sepulcro, cubierto como dice el escultor por la “Gran Manta”, cuyos múltiples pliegues y dobleces cubren en casi su totalidad el mausoleo.
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La cara lánguida y ojos entornados de la bella “ángela” dan la sensación de estar esperando la Eternidad y su fina túnica, pegada al cuerpo como una segunda piel, deja entrever sus formas femeninas de amplias caderas y emergentes senos que acentúan su semblante etéreo. Se aprecia en los bordes del tejido la estrella flamígera o de cinco puntas; asociada a la decoración masónica. Sus manos delicadas parecen posarse sobre la tumba cual “delicada mariposa”, donde se aprecia el detalle de sus esbeltos dedos, que apenas rozan el mármol. Su cabello es largo y ondulado y sus piernas semi-cruzadas dejan sus pies desnudos al descubierto (faltando uno de ellos debido a los destrozos causado por la ocupación de la tropa durante la contienda de la guerra civil española de 1936-1939) haciendo que cobre una sensualidad poco común en la época, teniendo en cuenta que eran encargos personales de una clientela profundamente religiosa como era entonces la aristocracia madrileña.
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Según la transcripción y disertación del documento, al que antes haciamos referencia, el escultor se compromete a ejecutar tres monumentos, cuyo coste se detallará en el mismo, para el panteón propiedad de la familia en el cementerio de Madrid. El documento se redacta en los siguientes términos: «Bajo el presente documento entre S. E. la Marquesa viuda del Gral. De la Gándara de Madrid y el comendador Giulio Monteverde se acuerda lo que abajo se suscribe: 1º S. E. la Marquesa de la Gándara, comitente, y el Comendador Monteverde se obliga a ejecutar tres monumentos que se erigirán a cargo de la noble señora Marquesa en la capilla gentilicia propiedad de la familia de la Gándara en el cementerio de Madrid. 2º Estos tres monumentos estarán compuestos del siguiente modo, así es: A. El primero (destinado a la memoria del difunto general Marqués de la Gándara, se colocará en el centro de la capilla) consistirá en un basamento con zócalo y urna sepulcral sobre el que reposará un “ángel de la Grandeza” de tamaño natural. El ángel y la urna serán de mármol de Carrara, conocido en arte con el nombre de canalbianco y la “gran Manta” sobre el sepulcro y el basamento con el zócalo serán de mármol de Carrara, llamado bardiglio. B. El segundo (destinado a la memoria de la queridísima y dilecta hija, marquesita de la Gándara, colocado a uno de los lados del primero) consistirá en una urna y en dos figuras, de proporciones naturales, representando una, un ángel es actitud de levantar la lápida de la tumba y la otra la esfinge de la
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Marquesita Blanca recostada sobre la misma urna rodeada de una gran guirnalda de flores. La urna será tallada con adornos del estilo del cinquecento; en cuanto el grupo de las dos estatuas como el sepulcro serán igualmente de mármol de Carrara llamado canalbianco y el zócalo de bardiglio. C.Finalmente el tercer monumento (destinado a la señora Marquesa, que Dios quiera conservarle la vida todavía por cien años mas) consistirá en una estatua, también de proporciones naturales; representando una joven mujer que alimenta una gran llama como símbolo de la inmortalidad del alma y en una urna esculpida en estilo del cinquecento; con un gran candelabro o trípode. La estatua será totalmente esculpida en mármol de Carrara,llamado canalbianco y la urna el trípode y el zócalo serán de bardiglio. 3º Estos tres monumentos se embalaran y trasportaran a cargo de los gastos la noble señora comitente, deberán ser concluidos en el término de cuatro años a partir de la presente fecha. El primero, sin embargo, deberá ser entregado en un año y medio. La entrega, pues, tanto del primero y a su tiempo de los otros dos, será hecha en el taller del Comendador Monterverde y a la señora Marquesa personalmente o a S. E. el Conde de Coello en quien la señora Marquesa delega a partir de ahora, para la entrega de los monumentos citados. 4º La remuneración por la ejecución de dichos tres monumentos entregados como arriba consta, fijados en ciento sesenta mil liras pagadas en Roma en el taller de Monteverde en cuatro plazos iguales, así es el primero de cuarenta mil liras, en los próximos ocho años, el segundo de otras cuarenta mil a la entrega del primer monumento, el tercero vencido el tercer año del término fijado y las últimas cuarenta mil liras por último, cuando se entreguen los otros dos monumentos anteriores.
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5º Por la fidedigna ejecución de la presente (los gastos se declaran a cargo de lo comunicado a ambas partes). Las mismas declaran su domicilio en Roma; S.E. la Marquesa de la Gándara en el Hotel Roma en la Vía del Corso y el Comendador Monteverde en su taller de la Plaza Dell´independenza. Roma, hoy 4 de abril de 1881.
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Puede considerarse uno de los encargos más ambiciosos del momento, solicitado por una familia particular para un cementerio español, teniendo en cuenta la cotización que gozaba el polifacético artista Monteverde en la capital romana. La familia de la Gándara, cuyo título nobiliario fue creado por el rey Alfonso XII el 1 de mayo de 1878, a favor de Don Joaquín de la Gándara y Navarro; Brigadier General de los Reales Ejércitos. Su nombre se refiere al apellido familiar. El Marqués casó con Rosa de Plazaola y Limonta, princesa de Signaro. Tuvieron cuatro hijos: Rosa, Inés, José y Joaquín. Sucediéndole su hijo José. Ésta familia aristocrática, que destacaba además de por su poder económico, por ser unos grandes mecenas y poseer colecciones de arte adquiridas en diferentes lugares extranjeros. No es de extrañar que la Marquesa asesorada por sus colaboradores, se interesara por los trabajos del escultor y conociera sus obras. En un anterior artículo publicado para la revista Madrid Historico numero 32, hago una comparación con otro famoso mausoleo que se haya en el cementerio municipal de Staglieno en Génova, cuyo bellísimo ángel realizado para la tumba del riquísimo banquero Francesco Oneto, presenta gran semejanza a la hora de concebir una misma idea para dos mausoleos distintos; unos ángeles de formas femeninas que rompen moldes por su estética y proporciones, siendo la bellísima «ángela» Oneto una escultura sin precedentes.
Mª Teresa Llopis y Candelarese Historiadora
BIBLIOGRAFÍA:
Archivo de la Sacramental de San Isidro. Expediente del panteón de los Marqueses de la Gándara. Documento redactado en italiano por el escultor Monteverde, para la ejecución de la obra