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El discurso de Stanford: La
'Capilla Sixtina' de la dialéctica de
Steve Jobs
Publicado: 3 feb 2014 23:52 GMT | Última actualización: 9 feb
2014 05:08 GMT
Henry Pinto
Para muchos Steve Jobs no es recordado por haber revolucionado la
informática ni por haber traído a nuestras vidas los actuales dispositivos
móviles o ser el artífice de un cambio radical en el sector de la música o la
animación, sino por un discurso
Para muchos Steve Jobs no es recordado por haber revolucionado la historia de
la informática, crear el concepto de ordenador personal, ni por haber traído a
nuestras vidas los dispositivos móviles de nueva generación o ser el artífice de
un cambio radical en el sector de la música o la animación, sino por un
discurso.
Jobs era un genio, un artista, y como tal era un incomprendido: fue capaz de
crear el concepto del ordenador personal, acercando la informática a las masas,
pero a diferencia de Henry Ford –o en contra del criterio del propio Steve
Wozniak- lo hizo a unos precios casi prohibitivos, al principio por los elevados
costos derivados del sacar a flote un pequeño proyecto empresarial, pero en su
apogeo y en su segunda etapa al frente de Apple una de las principales
características de la mayoría de los productos de la empresa de la manzana es
que eran y son casi inaccesibles al ciudadano medio por su precio. / Getty
Images North Americ
Pero Jobs hizo algo grande y sin cobrar –quién sabe si en el fondo llegó a ser
influenciado por la bondad y altruismo de Wozniak-, por lo cual no solo es y
será recordado, sino que aún sigue siendo motivo de estudio. Su mensaje ha
calado e influido en millones de personas, efectivamente, se trata del discurso
que ofreció en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford el 12
de junio de 2005.
Paradójicamente, el biógrafo de Steve Jobs, Walter Isaacson, sólo le dedica 2
páginas al hecho en el libro de más de 700 páginas que fue publicado en
octubre del 2011.
EL CONTEXTO
Jobs ya había tenido su primer asalto con el cáncer –de páncreas-, que le fue
diagnosticado en octubre del 2003 y del que fue operado el 31 de julio de 2004
y posteriormente sometido a quimioterapia al descubrirse que había tres
metástasis en el hígado. La idea de la vida y la muerte estaba muy fresca. El
cofundador de Apple aceptó la invitación realizada por el presidente de la
Universidad de Stanford, John Hennessy, para pronunciar el discurso principal
durante la 114 promoción de la universidad con sede en Palo Alto (California,
EE.UU.).
"El nombre de Steve Jobs es sinónimo de la innovación y creatividad en las
últimas tres décadas", dijo Hennessy al anunciar el 'Sí' de Jobs. "Steve ha sido un
líder y un visionario, un pionero en el uso de la tecnología como un medio para
crear un mundo más atractivo y humanista. El comité asesor (que fue el
encargado de recomendar a Jobs para que realizara el discurso de graduación)
identificó a Steve como alguien que personifica el espíritu y la creatividad que
han caracterizado a Stanford desde su fundación. Esta era una recomendación
de inspiración, y yo les doy las gracias por su trabajo reflexivo".
EL DISCURSO
La alocución de Jobs en realidad es bastante sencilla y trata de tres historias que
versan sobre su vida y a la primera la denomina „conectar los puntos‟. La
mayoría de los jóvenes presentes no son conscientes que asistirán al principal
discurso de Jobs fuera de las presentaciones de los productos Apple y que es
considerado uno de los mejores de los últimos tiempos.
news.stanford.edu
"Tengo el honor de estar hoy aquí presente en la ceremonia de graduación de
una de las universidades más prestigiosas del mundo. A decir verdad, esto es lo
más cerca que jamás he estado de una graduación universitaria. Hoy deseo
contarles tres relatos acerca de mi vida. Eso es todo. Nada del otro mundo.
Simplemente tres historias.
El primer relato versa sobre 'conectar los puntos'.
Abandoné la Universidad de Reed después de los primeros 6 meses, pero luego
permanecí vagando por allí como oyente otros 18 meses aproximadamente
antes de dejarlo completamente. Así que, ¿por qué lo dejé?
Todo comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven
estudiante soltera y decidió darme en adopción. Creía enérgicamente que debía
ser adoptado por graduados universitarios, de modo que todo se organizó para
que al nacer fuese adoptado por un abogado y su esposa. Solo que cuando nací
decidieron en el último momento que lo que de verdad deseaban era una niña.
Así que mis padres, que estaban en una lista de espera, recibieron una llamada
en mitad de la noche que decía: “Tenemos un niño no esperado, ¿lo quieren?”
Dijeron: “Por supuesto.” Mi madre biológica averiguó más tarde que mi madre
adoptiva nunca se había graduado en la universidad y que mi padre ni tan
siquiera había terminado el bachillerato así que se negó a firmar los papeles de
adopción. Solo aceptó hacerlo unos meses después, cuando mis padres le
prometieron que algún día yo iría a la universidad.
Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero ingenuamente elegí una
universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de
mis padres, de clase trabajadora, se estaban destinando a mi matrícula.
Después de seis meses, no le encontraba sentido alguno. No tenía idea de lo
que quería hacer con mi vida y tampoco de qué manera la universidad me
ayudaría a resolverlo. Y aquí me encontraba, desperdiciando todo el dinero
que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí abandonar
los estudios y confiar que las cosas terminarían saliendo bien. Era algo que me
asustaba, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca he
tomado. En el momento en que abandoné la universidad podía dejar de asistir a
las clases que no me interesaban, y participar como oyente de aquellas que
parecían interesantes".
CÓMO APROVECHAR LA UNIVERSIDAD
Jobs pasa a explicar cuál fue el provecho de su estancia en la universidad a unos
jóvenes que posiblemente se han gastado más que los ahorros de la familia, y
muchos de ellos quizá ni le están prestando la debida atención, mientras
piensan en el clásico '¿y ahora qué?', un auténtico dolor de cabeza. También
aprovecha esta primera parte para lanzar un dardo envenenado contra su gran
rival, Bill Gates.
AFPEric Cabani
"En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizás fuese la mejor
formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, cada cartel, cada
etiqueta en cada cajón, estaban bellamente caligrafiadas a mano. Dado que
había abandonado los estudios y no tenía que asistir a las clases
normales, decidí tomar un curso de caligrafía para aprender cómo se hacía
eso. Aprendí acerca de los tipos de letra serif y sans serif, sobre cómo variar el
espacio entre letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía. Era
hermoso, histórico, artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede
captar, y yo lo encontré fascinante.
Nada de esto albergaba siquiera la mínima esperanza de tener alguna
aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos
diseñando el primer ordenador Macintosh, todo volvió a mi mente. Y
diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con
tipografías bellas.De no haber asistido a ese curso en concreto de la
universidad, el Mac no hubiera tenido nunca múltiples tipografías ni
caracteres con espaciado proporcional. Y dado que Windows simplemente
copió a Mac, es posible que ningún ordenador personal las tuviera ahora.
De haber continuado mis estudios universitarios, no hubiera asistido a ese curso
de caligrafía, y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía
que poseen.
Por supuesto que era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro
cuando estaba en clase. Pero fue muy, muy claro al mirar para atrás diez
años más tarde.
Nuevamente, no se pueden conectar los puntos hacia adelante; solo puedes
hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se
conectarán de alguna manera en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu
instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los
puntos se unirán te darán la confianza de seguir tu corazón. Esta forma de
actuar nunca me ha traicionado, y ha marcado la diferencia en mi vida".
PERO SIGO SIENDO EL REY
Jobs continúa su intervención con una segunda historia, a la que denomina 'del
amor y la pérdida'. Es una oda a la fe y a la eterna búsqueda.
"Tuve suerte… descubrí pronto en mi vida lo que realmente quería hacer.
Woz (Steve Wozniak) y yo comenzamos con Apple en el garaje de mis
padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro, y en diez años Apple pasó de
ser una empresa compuesta por nosotros dos en un garaje a una compañía
valorada en 2.000 millones de dólares y con más de 4.000 empleados. Habíamos
lanzado nuestra creación más refinada, el Macintosh, un año antes, y yo
acababa de cumplir 30. Y me despidieron. ¿Cómo te pueden echar de la
empresa que tú has creado?
Bueno, a medida que Apple crecía, contratamos a alguien que yo pensaba que
estaba muy capacitado para dirigir la compañía junto a mí, y durante el primer
año más o menos las cosas fueron bien. Pero luego nuestras visiones acerca del
futuro comenzaron a diferir y finalmente nos apartamos completamente.
Cuando eso ocurrió, nuestra junta directiva se puso de su parte. Así que a los 30
estaba fuera. Y de forma muy notoria. Aquello en lo que me había concentrado
durante toda mi vida adulta había desaparecido, y fue devastador.
Realmente no supe qué hacer durante unos pocos meses. Sentía que había
decepcionado a la anterior generación de emprendedores; que había soltado el
testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David Packard (HP)
y Bob Noyce (Intel) e intenté disculparme por haber echado a perder las cosas
de esa manera. Yo representaba un fracaso público muy importante, e incluso
pensé en huir del valle (Silicon Valley).
Pero algo comenzó a abrirse paso en mí… aún amaba lo que hacía. El curso de
los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido
rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí empezar de nuevo.
No me di cuenta entonces, pero resultó que el hecho de haber sido despedido
de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado. El peso del éxito
fue reemplazado por la ligereza de convertirme de nuevo en un principiante,
menos seguro de las cosas. Me liberó para comenzar uno de los períodos más
creativos de mi vida".
Jobs pasa a explicar la creación de NeXT, Pixar y la carrera de acontecimientos
que lo llevaron de nuevo y triunfante a la empresa de la manzana.
AFPJustin Sullivan/ Getty Images North Americ
"Pixar llegó a crear el primer largometraje de animación por ordenador,
„Toy Story‟, y en la actualidad es el estudio de animación más exitoso del
mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple adquirió NeXT, yo
regresé a Apple, y la tecnología que desarrollamos en NeXT pasó a ser el
corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene (su esposa) y yo tenemos
una maravillosa familia. Estoy bastante seguro de que nada de esto habría
pasado si no me hubieran echado de Apple. Creo que fue una medicina
horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba.
A veces, la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la
fe. Estoy convencido de que lo único que me mantuvo en marcha fue mi
amor por lo que hacía. Debéis encontrar algo que realmente os apasione. Y
esto vale tanto para tu trabajo como para el amor. El trabajo ocupará una
parte importante de sus vidas, y la única manera de sentirse realmente
satisfecho es hacer lo que consideras un trabajo genial. Y el único modo de
tener un trabajo genial es amar lo que hagas. Si no lo has encontrado aún,
sigue buscando. No te conformes. Como en todo lo que tiene que ver con el
corazón, lo sabrás cuando lo hayas encontrado. Y como en todas las relaciones
geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que… sigue
buscando hasta que lo encuentres. No te conformes".
LA MUERTE Y LA PREGUNTA FRENTE AL ESPEJO
Steve Jobs sorprende al personal hablando en público sobre 'la muerte' y su
lucha contra el cáncer de páncreas. Explica que el tiempo es demasiado
limitado. Me recuerda al entrañable anuncio publicitario de Coca-Cola, cuando
un abuelo de la isla española de Mallorca viaja a Madrid a conocer a una bebé
recién nacida y le dice: "No te entretengas en tonterías, que las hay y vete a
buscar lo que te haga feliz, que el tiempo corre muy deprisa", entre otras cosas.
"Cuando tenía 17, leí una cita que decía más o menos lo siguiente: "Si vives
cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón". Me impresionó, y
desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en
el espejo y me he preguntado: "¿Si hoy fuese el último día de mi vida,
querría hacer lo que estoy por hacer hoy?" Y cada vez que la respuesta ha
sido 'No' durante demasiados días seguidos, he sabido que necesitaba
cambiar algo.
AFPKazuhiro Nog
Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he
encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida.
Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo
al ridículo o al fracaso, se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es
verdaderamente importante. Recordar que uno va a morir es la mejor manera
que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo por perder. Ya
estás indefenso. No hay razón para no seguir tu corazón. Hace casi un año me
diagnosticaron cáncer. Me hicieron una tomografía a las 7:30 de la mañana y
mostraba claramente un tumor en el páncreas. Yo ni sabía lo que era el
páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo
de cáncer incurable, y que mi esperanza de vida seria de tres a seis meses. Mi
médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, la
forma médica de decir: prepárate para morir.
Significa intentar decirles a tus hijos en unos pocos meses todo aquello que
pensabas decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado
y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia.
Significa decir adiós.
Viví todo un día con ese diagnóstico. Luego, a última hora de la tarde, me
hicieron una biopsia, en la que me introdujeron un endoscopio por la garganta,
a través del estómago y hasta los intestinos, pincharon con una aguja mi
páncreas y obtuvieron algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi
esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células bajo el microscopio el
médico comenzó a llorar porque resultó que era una forma muy rara de cáncer
pancreatico que se puede curar mediante cirugía. Me operaron y ahora estoy
bien.
Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca
que me encuentre de ella durante algunas décadas más. Habiendo pasado por
ello, les puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un
concepto útil pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Ni siquiera la
gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte
es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así es como
tiene que ser, porque la muerte es probablemente el mejor invento de la
vida. Es el agente de cambio. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. Ahora
mismo lo nuevo son ustedes, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma
gradual, se irán convirtiendo en lo viejo y serán apartados. Lamento ser tan
dramático, pero es realmente cierto".
Lección de vida y el legado de sus palabras
El genio remata su discurso con frases motivadoras que han hecho correr ríos
de tinta y forman parte fundamental de cualquier libro de autoayuda, en
definitiva: el ser positivo y auténtico.
"Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro.
No te dejes atrapar por el dogma que implica vivir según los resultados del
pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás
ahogue tu propia voz interior. Y lo que es más importante, ten el coraje de
seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo él ya sabe lo que
realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada 'The Whole Earth
Catalog' ('El Catálogo de toda la Tierra'), una de las biblias de mi generación. La
había creado un sujeto llamado Stewart Brand no demasiado lejos de aquí, en
Menlo Park, y la trajo a la vida con su toque poético. Esto sucedía en los últimos
años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que todo se
llevaba a cabo con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como
Google con tapas de cartulina… 35 años antes de la aparición de Google. Era
idealista y rebosaba de herramientas claras y grandes ideas. Stewart y su equipo
publicaron varios números de 'The Whole Earth Catalog', y cuando llegó su
momento, sacaron un último número.AFPJUSTIN SULLIVAN / GETTY IMAGES
NORTH AMERICA
Fue a mediados de los años 70, y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de
su último número había una fotografía de una carretera rural a primera hora de
la mañana, el tipo de camino que podrías encontrar si fueses un aventurero
haciendo autostop. Debajo de ella aparecían las palabras: "Sigue hambriento.
Sigue alocado". Era su último mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue
alocado.
Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduéis para comenzar
de nuevo, os deseo eso".
Jobs no pudo lograr su deseo de vivir varias décadas más, falleció el 5 de
octubre de 2011, dejando a Apple a la cabeza y habiendo revolucionado varias
industrias. Muchas de las acciones del genio siguen siendo aún motivo de
controversia, pero a pesar de todo y de él mismo, siempre nos quedará su
discurso en Stanford.
AFPLaurent Fievet
Como colofón
El discurso de Jobs ante la nueva generación no fue genial por casualidad, de
hecho Jobs recurrió nada más ni nada menos que a Aaron Sorkin -guionista y
creador de series míticas de televisión como 'El ala oeste de la Casa
Blanca' ('The west wing') o 'The Newsroom' y ganador de un Oscar por adaptar
el guion de una película basada en otra de las „prima donas‟ de Sillicon Valley,
Mark Zuckerberg, en la laureada 'La red social' ('The social network')- para que
le ayudara. Fue Jobs quien lo escribió con la ayuda de su esposa, pero se sabe
que Sorkin le dio pautas, hablaron un par de veces por teléfono del tema –se
dice que la idea de estructurarlo en tres historias fue precisamente del
guionista-, aunque nunca le envió un texto como tal.