Transcript
DE LA RUINA Y CONQUISTA DE BRITANIA
San Gildas
Primera traducción al castellano hecha por Ignacio de J. Gomezgil, basada
en el texto en inglés (y las notas) de la edición de: Gildas, The Ruin of
Britain & c. (1899). Cymmrodorion Record Series, No. 3.Transcrito por
Roger Pearse. Y en el texto latino de Mommsen, Theodor ed. (1892): Gildas,
De excidio Britanniae, en: Chronica Minora Saec. Iv, v, vi, vii volume 3, pp 185, Monumenta Historica Germaniae, Scriptores, (Berlín 1961).
INTRODUCCIÓN
1-ESBOZO BIOGRÁFICO DE SAN GILDAS
Existen dos fuentes primarias sobre la vida de Gildas, estos son los siguientes:
A-El Texto de Rhuys, Siglo IX.
B-El Texto de Llancarfan, Siglo XII.
Según estos documentos y a la hagiografía, sabemos que Gildas nació en Britania
entre los años 496 y 516 en el territorio de Alt Clut-Arecluta, en el Hen Ogledd,
región de habla britana en el norte, y se dice que fue hijo de un tal Caw, Caunus.
De muy joven fue entregado por su familia cómo educando u oblato a Illtud (San
Hildutus) en el colegio monástico de Llan Illtud Fawr. Posteriormente marchó
hacia Irlanda para continuar sus estudios, y fue ordenado sacerdote. Por sus
escritos sabemos que mostraba una marcada preferencia por el ideal monástico, y
por fragmentos epistolares sabemos que redactó una regla monástica aún más
austera que la de San David su contemporáneo, y debido a su erudición fue
llamado Gildas Sapiens. Ya como sacerdote regresó al norte de Britania en misión
evangelizadora entre los no conversos.
Se sabe que viajó a Ravena y Roma y de regreso se estableció en Galia, en la isla
de Rhuys como ermitaño, Más tarde construyó allí un monasterio, y un oratorio
en una banda del río Blavet.
Murió el 29 de enero, y según la tradición su cuerpo fue puesto en una
embarcación y dejado a la deriva. Pero el 11 de mayo, la embarcación con el
cuerpo intacto de Gildas fueron encontrados, y fue sepultado en Rhuys.
2-LA OBRA DE EXIDIO ET CONQUESTU BRITANNIAE
La obra es un sermón a manera epistolar en tres partes en las cuales Gildas
condena duramente los actos de sus contemporáneos, tanto laicos como
religiosos.
En la primera parte, Gildas narra, de forma breve, la historia de la Britania desde
su conquista por Roma hasta los tiempos en los que él vive, versa respecto a su
obstinación, sometimiento y rebelión. Sobre su segundo sometimiento, y la dura
servidumbre. El acoso de los tiranos, los santos mártires, las muchas herejías. De
las incursiones de los anglos y sajones en el país con sus terribles consecuencias.
De la carta a Agitio, -normalmente identificado con el patricio Aecio-, de más
crímenes, y de una plaga memorable. Respecto a aquellos que sobrevivieron, y
respecto a la victoria final del país garantizada por la voluntad de Dios.
En la segunda parte, que comienza con la aseveración: Britania tiene reyes que,
sin embargo, son tiranos; tiene jueces que, sin embargo, son todos impíos. Gildas
narra la vida y acciones de cinco gobernantes contemporáneos:
1
2
3
4
5
Constantino de Dumnonia
Aurelio Canino
Vortipor de Demecia más conocido como Dyfed.
Cuneglaso de La Casa del Oso, o Fortaleza del Oso.
Maglocunus o Maelgwn
A los cinco sin excepción, los describe como crueles, tiránicos, codiciosos y dice
que viven en el pecado.
La tercera parte comienza con las palabras: Britania tiene predicadores, siendo
todos mentirosos; numerosos pastores, siendo unos desvergonzados; clérigos que
son todos astutos saqueadores. Gildas continúa con su acusación contra el clero
de su época, pero no usa nombres, y por lo tanto, o arroja mucha luz sobre la
historia de la iglesia en Britania durante ese periodo.
La visión que se presenta de Britania en este sermón, es el de una tierra
devastada por saqueadores, invasores, y el desgobierno de funcionarios
corruptos. Aunada a la invasión, de los pueblos bárbaros que acabaron con la
civilización romana dentro de los límites del antiguo imperio, sino porque también
explica la difícil cuestión de por qué la antigua Britania fue una de las pocas
partes del Imperio Romano que no adquirió una lingua romana como hicieron en
Galias e Hispania más adelante en el tiempo.
Más la intención de Gildas era la de predicar a sus contemporáneos, muy a la
manera de un profeta del Viejo Testamento, y no la dejar constancia de hechos
históricos. La obra de Gildas se trata, sin duda alguna de una de las más
importantes, no sólo sobre el medioevo sino de la historia de la isla, ya que es uno
los pocos trabajos escritos en la antigua provincia romana de Britania que ha
sobrevivido hasta nuestros días.
Ignacio de J. Gomezgil R.-S., Tepoztlán, México. 2015
DE LA RUINA Y CONQUISTA DE BRITANIA
Cualquiera que sea mí intensión en esta epístola, hecha más en lágrimas
que en denuncia y en pobre estilo, me permito, pero con buena intención,
que nadie me considere como si fuese a hablar bajo la influencia de desdén
por los hombres en general, o con una idea de superioridad sobre todo, por
qué lloro el deterioro del bien, y el acumulamiento del males, con
lacrimosa dolencia. Al contrario, que se piense de mí como un hombre que
hablará por el sentimiento de condolencia con mi país derrotado y con sus
miserias, y compartiendo la alegría de los remedios.
No es tanto mi propósito el narrar los peligros de la salvaje contienda
provocada por bravos soldados, como decir de los peligros causados por
hombres indolentes. Yo guardé silencio, yo lo confieso, con infinito pesar
de corazón, como que el Señor, el que lo controla, es mí testigo, por los
últimos diez años o tal vez más, yo fui impedido por un sentido de
inexperiencia, un sentimiento que tengo aún ahora, también por
malamente ser digno por escribir un breve trabajo admonitorio de alguna
clase.
Yo solía, sin embargo, del maravilloso legislador, quién no entró en la tierra
deseada por que dudó en una simple palabra, que los hijos de los
sacerdotes, por que llevaron fuego extraño al altar, perecieron de muerte
súbita, que la gente que transgredieron las palabras de Dios, 600,000 de
ellos, dos fieles fueron exceptuados aunque amados de Dios, por qué hacia
ellos el camino se hizo plano sobre el lecho del Mar Rojo, pan celestial le
fue dado por comida, bebida renovada de la roca les seguía, su ejército fue
hecho invencible por solamente levantar las manos-que esta gente cayó en
diferentes partes por bestias salvajes, espada y fuego por las desiertas
partes de Arabia.
Después de su entrada por una puerta desconocida, el Jordán, por así
decir, y de la caída de los muros hostiles de la ciudad ante el sonido de las
trompetas por Dios mandado, leí que un pequeño palio y un poco de oro
apropiado de la cosa sagrada postró a muchos; que la alianza con los
gibeonitas, fue rota (aunque ganado por astucia), trajo destrucción sobre
algunos: que por los pecados del hombre tenemos las amonestadoras voces
de los profetas, y especialmente de Jeremías que lamenta la ruina de su
ciudad en cuatro canciones alfabéticas.
Yo vi que en aún en nuestro tiempo, mientras lloraba: La enviudada
ciudad se quedó solitaria, hasta ahora llena de gente, gobernante de los
gentiles, princesa de provincias, y se volvieron tributarios. Por esto se
significa a la Iglesia. El oro se volvió tenue, su mejor color cambió; Lo que
significa la excelencia de la palabra de Dios. Los hijos de Zión, esto es de la
santa madre la Iglesia, famosa y vestida del mejor oro ha abrazado el
estiércol. Qué a él, un hombre de eminencia, se volviese insoportable, han
sido también para mí, malo como lo soy, cada vez que eso crecía para ser
alto
en
ambición,
aunque
lloraba
constantemente
a
los
mismos
distinguidos hombres viviendo en prosperidad como para decir: sus
nazarenos eran más blancos que la nieve, más rubicundos que el viejo coral,
más hermoso que el zafiro.
Estos pasajes y muchos otros lo he considerado de algún un modo, como
un espejo de nuestra vida, en las Escrituras del Antiguo Testamento, y
entonces volví a las Escrituras del Nuevo Testamento; allí leo cosas que
previamente habían sido obscuras para mí, en una luz más clara, porqué
la sombra ha pasado, y la verdad brillo más estable.
Yo leo, que es para decirlo, del Señor diciendo: Yo no he venido sino para
las ovejas perdidas de la Casa de Israel. Y por otro lado: Pero los hijos de
este reino sean arrojados en la obscuridad exterior, allí llorarán y rechinaran
los dientes. Otra vez: No es bueno arrebatar el pan de los niños y arrojarlo a
los perros. También: Aflicción sobre ustedes escribanos y fariseos
hipócritas.
He oído: Muchos vendrán del Este y Oeste y reclinaran con Abraham, Isaac,
y Jacob en el Reino del Cielo; y en la otra mano: Y entonces diré a ellos:
apártense de mí ustedes labradores de la iniquidad. Yo leo: Benditas son
las estériles y los pechos que no han amamantado; y por contrario: Aquellos
que estaban listos, entraron con él a la fiesta de boda, y vinieron las otras
vírgenes diciendo, Señor, Señor, abre a nos; a quién la respuesta fue hecha,
Yo no las conozco. Yo he oído ciertamente: Aquel que crea y sea bautizado,
será salvado, aquel que empero no crea será condenado.
Yo leo en las palabras de los apóstoles que una rama del olivo silvestre ha
sido injertada en el buen olivo, pero que debe de ser separada de la
participación en la raíz del grosor del mismo, si ello no temiera, pero debe
de ser altruista. Yo conocí la gracia del Señor, pero temí su juicio también;
alabe su gracia, pero temí la representación a cada uno de acuerdo a sus
obras.
Yo vi ovejas de un redil diferentes entre sí, Llame a Pedro, con buena
razón, el más bendito debido a su abierta confesión de Cristo, pero Judas
el más infeliz debido a su amor a la codicia; A Esteban yo llamo glorioso,
por la palma del mártir; A Nicolás, al contrario, miserable a causa de la
marca de sucia herejía.
Yo leo ciertamente: Ellos tenían todo en común, pero también leo: ¿Por qué
estuvieron de acuerdo en tentar al espíritu de Dios? Yo vi, al contrario, que
gran indiferencia ha crecido entre la gente de nuestro tiempo, como si no
hubiese causa de temor.
Estas cosas, y oras muchas que he decidido omitir, por ser breve, he
reflexionado con reparo de mi corazón y con asombro de mente. He
ponderado- sí el Señor no ha perdonado a gente, peculiar de entre todas
las naciones, la semilla real y nación sagrada, a quién él ha dicho: Israel
en mi primogénito-si no perdonó a sus sacerdotes, profetas, reyes por
muchos siglos, si no salvó al apóstol de su ministerio, y al miembro de
aquella primitiva Iglesia, cuando viraron de la verdadera senda, ¿Que hará
él con toda la negrura tal como la tenemos en estos tiempos? Unos tiempos
estos a los que se han añadido, además aquellos impíos y monstruosos
pecados que eso comete en común con todos los inicuos del mundo, esa
cosa que es como si fuese innata con ello, un no removible e inextricable
peso de ignorancia y liviandad.
¿Qué digo yo? Lo digo a mí mismo, desdichado, es tal la carga confiada a ti
(como si fueras tu un maestro de distinción y eminencia), específicamente
para resistir la avalancha de tan violento torrente, y contra esta diversidad
de crecientes crímenes extendiéndose por tantos años y tan anchamente,
¿mantener el deposito comprometido al silencio y ser silencioso? De otra
manera esto significa, decir al pie, mira, y a la mano, habla.
Britania tiene gobernantes, tiene observadores. ¿Por qué con tu arte
sinsentido te inclinas a murmurar? En efecto, tiene esto; tiene, si no
mucho, no poco. Pero, por que están doblados cómicamente bajo la presión
de tan grande peso, ellos no tienen tiempo de respirar. Mis sentimientos,
por
lo
tanto,
como
si
compañeros
deudores
con
migo,
fueron
alternativamente absortos por tales objeciones, y por lo tanto como tener
dientes más afilados que este. Estos sentimientos lucharon, como lo dije,
por no corto tiempo, cuando leo: Un tiempo para hablar, y un tiempo para
callar, y luchando en la recta puerta del miedo, por así decirlo. Al final el
Creador prevaleció y conquistó. Él dijo: Si no tenéis la valentía de no sentir
miedo de ser marcados con la marca que conviene la libertad aurea entre
las criaturas que dicen la verdad de un origen racional, segundos después
de los ángeles, por lo menos reducido no por imitar tan-ese-inteligente
como, inspirado, aunque silenciado por el Espíritu de Dios. Renuente fue a
ser el portador del mago coronado a punto de maldecir a la gente de Dios;
amoratados sus debilitados pies en el estrecho sendero cerca del muro de
las viñas, aunque tenía en esa cuenta el sentir su golpe como aquel de un
enemigo. Ella le señaló a él, al ángel del cielo, como si con el dedo,
sosteniendo su desenvainada espada y oponiéndose a ellos (a quienes él en
la ceguera de cruel estupidez no había observado), aunque el mago,
ingrato y furioso, golpeaba injustamente sus inocentes rostros.
En mi fervor, por lo tanto-luego, por la santa ley de la casa del Señor
En mi celo, por lo tanto, de la santa ley de la casa del Señor, limitada por
las razones de mi propia meditación o anegado por las suplicas de los
piadosos hermanos, ahora estoy pagando la deuda [1] exigida desde hace
mucho tiempo. El trabajo es, de hecho pobre, pero, yo creo, fiel y amable
en todos los nobles soldados de Cristo, pero soy severo y me es difícil de
soportar a los apóstatas insensatos. El primero de ellos, si no me equivoco,
habrá, por ventura, el recibirlo con las lágrimas que brotan del amor de
Dios, los demás, también, con tristeza, pero la tristeza que es arrancada de
la ira y la timidez de un despertar conciencia.
2 Antes, sin embargo, del cumplimiento de mi promesa, déjenme intentar
decir un poco, si Dios quiere, concerniente con la situación geográfica, la
terquedad, el sometimiento y la rebelión de nuestro país; también de su
segunda sujeción y dura servidumbre, de la religión, la persecución y los
santos mártires, de diversas herejías, de los tiranos, de las dos naciones
que la inutilizaron; de defensa y de la consiguiente devastación; de la
segunda venganza y tercera devastación, de hambre; de la carta a Agitius;
de victoria, de crímenes, de los enemigos repentinamente anunciados; de
la gran plaga conocida, de consejo, de enemigos más feroces que los
primeros; de las ruinas de las ciudades, de los hombres que sobrevivieron;
de la victoria final ganada por la madre patria, que es el don otorgado por
la voluntad de Dios en nuestra época. [3]
Descripción de Britania
3 La isla de Britania está situada casi en el límite extremo del mundo,
hacia el noroeste y oeste, suspendida en el llamado equilibrio divino que
sostiene toda la tierra. Se encuentra un poco en la dirección del polo norte
desde el sur-oeste. Es de 800 kilómetros de largo, y 200 de ancho, [4] sin
contar los tramos más largos de promontorios diversos que están
comprendidos en las bahías curvadas del mar. Está protegida por el
completamente, y si se me permite decirlo, infranqueable círculo del mar
en todas sus lados, con la excepción de los estrechos de la costa sur,
donde los barcos navegan a la Galia Belga. Tiene la ventaja de los estuarios
de los dos ríos nobles, el Támesis y el Severn, brazos , como si dijéramos,
por el que, desde la antigüedad lujos extranjeros solían ser transportados
por barcos, y de otros afluentes más pequeños; está embellecida por 28
ciudades, [5] y algunas plazas fuertes, y por grandes obras construidas de
manera irreprochable, paredes, torres almenadas, puertas, casas, los
techos de las cuales, se extiende en lo alto con altura amenazante, estaban
firmemente fijos en la fuerte estructura.[6] Está adornada por amplias
llanuras colinas agradables aptas para el cultivos superiores, montañas
muy propias para el cambio de pastos del ganado. Las flores de diversos
colores, seguidos por las pisadas humanas, les daban la apariencia de una
fina pintura, como una novia elegida adornada con diversas joyas. Está
irrigada por numerosos y claros manantiales, con sus aguas plenas
moviendo grava blanca como la nieve, y por ríos resplandecientes que
fluyen con suave murmullo, que extiende a los que descansan en sus
bancos promesa de dulce sueño, y por lagos rebosantes de una corriente
fresca de agua viva.
Carácter de la gente
4 Esta isla, de cabeza y mente orgullosa, desde que fue habitada por
primera vez, se rebela ingratamente ahora, en contra de Dios, en otros
tiempos contra conciudadanos, a veces incluso en contra de los reyes de
más allá mar y sus súbditos. Por qué bajeza más profunda, ¿qué mayor
injusticia, puede ser o ser conocida por la imprudencia de los hombres,
que negar el temor de Dios, al amor de los valiosos ciudadanos, a los
emplazados en la posición más alta y al honor al que se deben, sin
detrimento a la fe -que fisurar la fe con divino y humano sentimiento, y
habiendo desechado el temor a los cielos y la tierra, él ser gobernados por
sus propias invenciones y deseos?
Yo por lo tanto, omití esos errores, comunes a todas las naciones, por lo
cual antes de la venida de Cristo encarnado toda la raza humana estaba
retenida
en
esclavitud;
ni
puedo
enumerar
las
monstruosidades
verdaderamente diabólicas de mi país natal, casi superando a las de Egipto
en número, de las cuales contemplamos algunas, de características
desagradables,
hasta
estos
días,
dentro
o fuera
de
sus paredes
abandonadas, rígida con un rostro feroz como era la costumbre. Ni yo
tampoco, por su nombre, vitupere contra las montañas, valles y ríos, una
vez destructivos, pero ahora adecuados para el uso del hombre, sobre el
cual el honor divino entonces fue colmado por el pueblo en su ceguera.
Guardo silencio también en cuanto a los largos años de tiranos salvajes ,
de los que se habla en otros países muy distantes, por lo que Porfirio, el
perro rabioso en el este, en hostilidad a la Iglesia, añade esta observación
también en la forma de su locura y vanidad; Gran Britania, dice, es una
provincia fértil en tiranos. Esos males sólo trato de hacerlos públicos, que la
isla los ha sufrido tanto, como infligido a otros y distantes ciudadanos, en
los tiempos de los emperadores romanos. Yo debo de hacerlo, sin embargo,
en lo mejor de mi capacidad, no tanto por la ayuda de los escritos nativos
o registros de autores, ya que éstos (si es que alguna vez existieron) han
sido quemados por el fuego de los enemigos, o llevado lejos en los buques
de mis compatriotas exiliados, por lo que no están a la mano, pero deberé
seguir lo apuntado por escritores extranjeros, que, por rota por numerosas
lagunas, no está nada clara.
Sujeción de Roma
5 Los emperadores de Roma adquirieron el imperio del mundo, y por el
sometimiento de todos los países vecinos y las islas hacia el este,
asegurado por el poder de su fama superior de su primera paz con los
partos [11] en las fronteras de la India. Cuando esta paz se llevó a cabo,
las guerras cesaron en ese momento en casi todos los países. La agudeza
de esta llama, aún en su carrera persistente hacia el oeste, no pudo ser
extinguida por la marea azul del mar; cruzando el canal fue llevada a las la
isla, leyes para ser obedecidas sin oposición, ello subyugó a unas no
belicosas pero infieles personas (no tanto como en el caso de otras
naciones por la espada, el fuego, e ingenios, sino por meras amenazas o
amenazas de juicios) que dieron a los edictos sólo una obediencia a flor de
piel, con el resentimiento hundido profundamente en sus corazones.
La insurrección contra Roma
6 Inmediatamente a su regreso a Roma, debido a la deficiencia, como
decían, de necesidades primas proporcionados por la tierra, y sin sospecha
alguna de rebelión, la leona traicionera mató a los gobernantes que habían
sido dejados por ellos para mostrar más plenamente, y para fortalecer, la
empresa de la dominación romana. Después de esto, cuando la noticia de
tales hechos fue llevada al Senado, se apresuraron con expedito ejército a
tomar venganza contra los zorros astutos, como los llamaban, no había
preparada ninguna flota de combate en el mar para presentar lucha
valiente por el país, ni un ejército comandado o ala derecha, ni ningún otro
equipo bélico en la tierra. Ellos presentaban la espalda, en vez de los
escudos, a los perseguidores, sus cuellos a la espada, mientras que un
terror escalofriante recorría sus huesos; ellos extendieron sus manos para
ser atados como a las mujeres; por lo que se extendió a lo largo y ancho
como un proverbio y escarnio: los britanos son ni valiente en la guerra ni
fieles en la paz. [13]
Segundo sometimiento y servidumbre
7 Los romanos por lo tanto, después de haber matado a muchos de los
desleales, reservando algunos para la esclavitud, para que no fuese la
tierra reducida a la miseria -regresaron a Italia, dejando tras de sí una
tierra despojada de vino y aceite. Dejan gobernadores como azotes para las
espaldas de los nativos, como un yugo para el cuello, por lo que deberían
hacer que el epíteto de la esclavitud romana se aferrarse a la tierra, debe
incomodar a la raza astuta no tanto con la fuerza militar sino con látigos, y
si es necesario, aplicar la espada desenvainada, como suele decirse, en los
rostros. De este modo, la isla sería considerada no como Britania, sino
como Romania, y todo lo que pueda tener de cobre, plata, u oro sería
estampado con la imagen de César.
Surgimiento del cristianismo
8 Mientras tanto, a la isla congelada por las heladas y el frío, y en un
rincón lejano de la tierra, lejos del sol visible, Él, el verdadero sol, el Cristo
primero cede a sus rayos, me refiero a sus preceptos. Se extendió, no sólo
desde el firmamento temporal, sino de lo más alto arco del Cielo más allá
de todos los tiempos, su brillo destelló en todo el mundo en los últimos
días, como es sabido, de Tiberio César. En ese momento la religión de
Cristo [14] se propagó sin ningún obstáculo, porque el emperador, en
contra de la voluntad del Senado, amenazó de muerte a los informantes
por acusar a los soldados de esa misma religión.
La persecución de Diocleciano
9 A pesar de estos preceptos tenían una tibia recepción entre los
habitantes, sin embargo, seguían sin imperfecciones entre algunos, con
otros no tanto, hasta los nueve años de persecución del tirano Diocleciano.
En esta persecución las iglesias fueron destruidas por todo el mundo,
todas las copias de las Sagradas Escrituras que se pudieron encontrar
fueron quemadas en las calles, y los sacerdotes elegidos de la grey del
Señor masacrados con las ovejas inocentes, por lo que si esto pudiera
llegar a pasar, ni siquiera un rastro de la religión cristiana sería visible en
algunas de las provincias. Qué huidas Había entonces, qué masacre, que
castigos por diferentes formas de muerte, qué perdición de apóstatas, que
gloriosas coronas de mártires, qué furia demencial por parte de los
perseguidores, y, por el contrario, que paciencia de los santos, nos narra la
historia de la iglesia. En consecuencia, toda la iglesia, en estrecha
formación, y con emulación dejando atrás las tinieblas de este mundo, fue
apresurada a los placenteros reinos de los Cielos en cuanto a es su
morada adecuada.
Los Santos Mártires
Dios, por tanto, que quiere que todos los hombres sean salvados,
magnifico su misericordia para con nosotros, y llamó a los pecadores no
menos que a aquellos que se consideran justos. Él en propio y libre don,
en el antes mencionado momento de persecución, como pensamos, y para
que no sea Britania completamente envuelta en la densa oscuridad de la
negra noche, encendió para nosotros las brillantes lámparas de los santos
mártires. Las tumbas donde yacen sus cuerpos, y los lugares de su
sufrimiento, no han sido, muchos de ellos, arrancados de nosotros los
ciudadanos a causa de nuestros numerosos crímenes, por la división
desastrosa causada por los bárbaros, deberían en la actualidad inspirar
las mentes de los que miraron a ellos con un no débil resplandor del amor
divino. Hablo de Saint-Albano de Verulam, Aarón y Iulius, ciudadanos de
Caerlleon, y del resto de ambos sexos en distintos lugares, que se
mantuvieron firmes con elevada nobleza de ánimo en la batalla de Cristo.
11 El primero de ellos, a través del amor, escondió a un confesor cuando
era perseguido por sus perseguidores, ya punto de ser capturado, imitando
en esto a Cristo dando su vida por las ovejas. Primero lo ocultó en su casa,
y luego intercambió su ropa por él, voluntariamente expuesto al peligro de
ser perseguido (vestido) con la ropa del hermano mencionado. Siendo de
esta manera agradable a Dios, durante el tiempo entre su santa confesión
y su cruel muerte, en presencia de los hombres impíos, que llevaban el
estandarte romano con odiosa altanería, él estaba maravillosamente
adornado con señales milagrosas, de modo que por la oración ferviente
abrió un camino desconocido a través del lecho del noble río Támesis,
similar a al seco y poco trillado de Israelitas, cuando el Arca de la Alianza
se sostuvo sobre en la grava en medio del Jordán; acompañado por un
millar de hombres, atravesaron con el pie seco, las tempestuosas aguas
que corren a ambos lados colgando como precipicios abruptos , y se
convierte por primera vez su verdugo , al ver esas maravillas , de un lobo
en un cordero, y le causó junto con él a la sed más profunda de la palma
triunfal del martirio, y con más valor para aprovecharla. Otros, sin
embargo, se lo torturaron con diversos tormentos, y destrozados con
inusitada de desgarro de las extremidades, que de inmediato se levantaron
los trofeos de su glorioso martirio, como si estuviera en las hermosas
puertas de Jerusalén. Los que sobrevivieron se escondieron en los
bosques, desiertos y cuevas secretas, esperando de Dios, el gobernante
justo de todos, a sus perseguidores, en algún momento, el juicio severo, a
sí mismos la protección de la vida.
12 De este modo, cuando diez años de la violencia referida apenas habían
pasado, y cuando los edictos abominables estaban desapareciendo por la
muerte de sus autores, los soldados de Cristo, con los ojos gozosos, como
si después de una larga noche de viento, disfrutar de la calma y la luz
serena de la región celestial. Reparan las iglesias, destruidas desde los
cimientos; fundaron, construyeron y completaron basílicas en honor de los
santos mártires, y las han establecido en muchos lugares como emblemas
de la victoria; e celebran los días de guardar; los oficios sagrados se
realizan con labio corazón limpios; y el, todos exultantes como hijos
preciados en el seno de su madre, la Iglesia.
Herejías
Por
qué esta dulce armonía entre Cristo, la cabeza y los miembros
continuó, hasta que los descreídos arrianos, feroces como una serpiente
vomitando sobre nosotros su veneno extranjero, provocó mortal separación
entre hermanos viviendo juntos. De esta manera, como si un camino se
hubiese a través del mar, toda clase de bestias salvajes comenzaron a
inyectar con boca horrible, el veneno fatal de toda forma de herejía, y de
infligir heridas letales con sus dientes en un país siempre deseoso de
escuchar algo nuevo y, en todo caso, deseando nada categóricamente.
Los Tiranos
13 Por fin, también, como matorrales los tiranos estaban creciendo y a
punto de volverse pronto en un inmenso bosque, la isla conservó el
nombre romano, pero no la moral y el derecho, es más, prefirieron arrojar
lejos un brote de su propia plantación, se envía a Maximus [20] a las dos
Galias, acompañado de una gran multitud de seguidores, y además, con
insignias de Emperador, que nunca dignamente le fueron merecidas ni
llevó legítimamente, sino como una elección a la manera de un tirano y en
medio de una tropa turbulenta. Este hombre, a través del arte astuto y no
por valor, primero agrega a su gobierno culpable algunos países vecinos o
provincias contra el poder romano, con redes de perjurio y falsedad.
Extiende un ala a Hispania, y el otro a Italia, fijando el trono de su imperio
inicuo en Tréveris, y rugió con tal locura contra sus señores que llevó dos
emperadores legítimos, el de Roma, y el otro de una vida más piadosa.
Aunque fortificada con hechos peligrosos de carácter tan peligroso, no
pasó mucho tiempo antes de que él perdiera su cabeza maldita en Aquilea:
el que en cierto modo había cortado las cabezas coronadas del imperio de
todo el mundo.
Pictos y escoctos
14 Después de esto, Britania es despojada de toda su milicia armada, de
sus suministros militares, de sus gobernantes, a pesar de que fueron
crueles, y de su juventud vigorosa que siguieron los pasos del tirano antes
mencionado y nunca regresó. Completamente ignorante de la práctica de
la guerra, esta, por primera vez, abierta a ser pisoteada por dos tribus
extranjeras de extrema crueldad, los escotos desde el noroeste, los pictos
del norte; y desde hace muchos años continúa aturdida y gimiendo. [21]
Defensa hizo en su contra.
15 Debido a los avances de estas tribus y la consecuente postración
terrible, Britania envió una embajada con cartas a Roma, rogando con
llorosas apelaciones una fuerza armada para vengarla, y prometiendo
sumisión por parte de su parte al poder romano, ininterrumpida y con
toda la fuerza del corazón, si los enemigos fuesen expulsados. Una legión
fue inmediatamente preparada, sin ningún recuerdo de males pasados y
totalmente equipada. Habiendo cruzado el mar en barcos hacia Britania,
se vio comprometida con los opresivos enemigos; sé mató a un gran
número de ellos y se les arrojó a través de toda la frontera, y liberó a los
humillados habitantes de esa extrema y feroz violencia y amenazante
opresión. Los habitantes recibieron la orden de construir un muro
cruzando toda la isla, entre los dos mares, de modo que, cuando fuese
fuertemente manejada, podría ser terrorífica para repeler a los enemigos y
una protección para los ciudadanos. La pared siendo hecha no de piedra,
sino de turba, demostró ser de ninguna ventaja ante la chusma en su
locura, y desposeídos de un líder.
Repetida devastación
16. La legión regresó a casa en gran triunfo y la alegría cuando sus viejos
enemigos, como lobos rapaces, feroces por hambre excesiva, saltan con las
fauces codiciosos al redil, porque no había un pastor a la vista.
Irrumpieron a través de las fronteras, llevados por alas de remos, por los
brazos de los remeros, y por vientos favorables. Ellos matan a todo, y todo
lo que se encuentran lo cortan como un cultivo maduro, lo pisotean bajo
sus pies y siguen adelante.
Segunda venganza
17 Una vez más mensajeros suplicantes se envían con vestidos rasgados,
como se dice, y cabezas cubiertas de polvo. Agachándose como aves
tímidas fieles bajo las alas protectoras de los padres, piden ayuda a los
romanos, no fuese a ser que el país en su miseria sea por completo
barrido, y el nombre de los romanos, que a sus oídos era el eco de una
mera palabra, fuese envilecido como una cosa roída, con la amonestación
de las naciones extranjeras. Ellos, [24] se movieron, lo más lejos en la
medida de lo posible para la naturaleza humana, por qué el relato de esa
tragedia, les apresuró, y como el vuelo de las águilas, inesperados en
rápidos movimientos de caballería por tierra, y de los marineros por mar;
al poco hunden sus terribles espadas en los cuellos de los enemigos; la
masacre que infligen es comparable con la caída de las hojas en otoño,
como un torrente de montaña, hinchados por numerosos arroyos después
de las tormentas, barre sobre su lecho en su curso ruidoso; con la espalda
marcada y feroz mirada, sus aguas, como dice el refrán, aumentando su
oleaje hasta las nubes (por el cual nuestros ojos, aunque a menudo
refrescados por los movimientos de los párpados, están oscurecidos por la
rápida
reunión
de
líneas
en
sus
remolinos
rotos),
espumea
sorpresivamente, y con ímpetu supera los obstáculos en su camino.
Entonces los ilustres auxiliadores rápidamente hicieron pelea a las hordas
del enemigo de allende el mar, si de hecho escapar era del todo posible
para ellos: por ello fue más allá del mar que ellos, con nadie para resistir,
apilaron/colmaron el botín ávidamente adquirido por ellos año por año.
18 Los romanos, por ello, declararon a nuestro país que no podían ser
preocupados con demasiada frecuencia con arduas expediciones de este
tipo, ni podían las marcas del poder romano, que es un ejército de tal
tamaño y carácter, ser acosado por tierra y mar a causa de unos pocobelicosos, y ambulantes ladrones. Instan a los británicos, más bien, a
acostumbrarse a las armas y luchar con valentía, con el fin de
salvaguardar con todas sus fuerzas sus tierras, propiedades, mujeres,
niños, y, lo que es más importante que éstos, su libertad y su vida: no
deben , instan , en modo alguno perorar sus manos desarmadas para ser
amarradas por naciones de ninguna manera más fuerte que ellos, a menos
que se convirtieron en afeminados por la indolencia y la apatía; pero
siendo provistos de rodelas, espadas y lanzas, y listos para golpear. Porque
ellos también eran de la opinión de que traería una ventaja considerable a
las personas que dejaban, ellos construyen un muro, diferente del otro,
con aportaciones públicas y privadas, uniendo a los desdichados
habitantes entre sí mismos: construyeron la estructura del muro en su
forma habitual, en línea recta, de mar a mar, entre ciudades, que tal vez
fueron puestas allí por el miedo a los enemigos; dieron/dan audaces
consejos a la gente durante el miedo, y dejan tras de sí los patrones para la
fabricación de armas .Y también en la costa del mar, hacia el sur, donde
sus barcos solían anclar, porque por ese lado también hordas de bárbaros
salvajes
eran
temidas,
colocaron
torres
a
intervalos
establecidos,
ofreciendo una perspectiva del mar. A continuación, se despidieron, como
hombres que no tenían intención de regresar. [28 nota adicional]
Tercera devastación
19 Mientras ellos regresaban a casa, las terribles hordas de los escotos y
los pictos ansiosamente que salían sus pequeñas embarcaciones (cwrwgs))
en las que navegaban tanto por los litorales, como en el océano profundo,
así como, cuando el sol está alto y el calor aumentando, los enjambres de
gusanos oscuros emergen de las estrechas grietas de sus agujeros.
Diferenciados en parte por sus hábitos, pero iguales en una misma sed de
sangre -con una preferencia también para cubrir sus rostros malvados con
el pelo en lugar de la desnudez de sus cuerpos con ropa decente -esas
naciones, al saber de la salida de nuestros colaboradores y su negativa a
volver, se volvieron más audaces que nunca, y se apoderaron de toda la
parte norte de la tierra hasta el muro, a exclusión de los habitantes.
La hambruna
Para oponerse a sus ataques, estaba estacionado en la altura de la
fortaleza, un ejército, lento para luchar, difícil de manejar en las
trayectorias, incompetente por razón de la cobardía de corazón, que
languidecía día y noche en su insensata guardia. Mientras tanto las armas
de púas de los enemigos desnudos no están ociosas: por ellas los
desgraciados ciudadanos son aventados desde las paredes y estrellados
contra el suelo. Esta pena de muerte prematura era una ventaja, en
verdad, para los que su vida había sido cortada de esa manera, en la
medida de que los salvó, por su rapidez, de los tormentos miserable que
amenazaban a sus hermanos y parientes. De fama.
¿Por qué debo decir más? Ellos abandonan sus ciudades y la alto muro:
sobreviene una sucesión de huidas por parte de los ciudadanos; de nuevo
hay dispersión con menos esperanza que nunca, nuevas persecuciones del
enemigo, y de nuevo masacres aún más crueles. Como corderos por los
carniceros, son los desgraciados ciudadanos despedazados por el enemigo,
de tal manera que su vida puede ser comparada con la de los animales
salvajes. Porque incluso comenzaron a dominar a unos y otros por medio
del robo de los pocos medios de subsistencia que los ciudadanos
desgraciados poseían para una vida escasa, y que los sacaba de apuro
durante un corto período de tiempo. Las calamidades de afuera se vieron
agravados
por
tumultos
en
casa,
porque
todo
el
país
por
las
depredaciones, tan frecuentes de este tipo, estaba siendo despojado de
todo tipo de suministro de alimentos, con la excepción del alivio que viene
de su habilidad en la caza.
Carta a Agitius
20 El resto miserable, por lo tanto envió una carta a Agitius, un hombre
con un alto cargo en Roma, hablaron de esta manera:
A Agitius|, en su tercer consulado, vienen los gemidos de los britanos; un
poco más adelante: los bárbaros nos conducen hacia el mar y, el mar nos
conduce a los bárbaros, de una a otra forma, somos o asesinados o
ahogados, y para esto ellos no tenían ayuda. Mientras tanto, la severa y
muy conocida hambruna aprieta a las de ambulantes y vacilantes
personas, lo que los obligaba a muchos de ellos, a sin demora rendirse a sí
mismos como conquistados ante los ladrones sedientos de sangre, a fin de
tener un bocado de comida para la renovación de la vida. Otros no se
vieron tan obligados: en lugar de rendirse, desde las montañas mismas,
desde cuevas, desfiladeros y densos matorrales, sostuvieron a la guerra sin
cesar.
La victoria sobre los pictos y los escotos
Entonces, por primera vez, infligieron al enemigo, que durante muchos
años había saqueando la tierra, una severa masacre: su confianza no
estaba en los hombres, sino en Dios, como el dicho de Philo va: Hay que
recurrir a la ayuda divina donde falla humana. [31] La audacia del enemigo
se apaciguó por un tiempo, pero no la maldad de nuestra gente; el enemigo
se retiró, pero nuestros conciudadanos no se retiraron de sus pecados.
21 Era el invariable habito de la carrera, como lo es ahora, a ser débiles en
repeler los ataques de los enemigos, aunque fuertes para soportar
contiendas civiles y la carga de los pecados; débil, digo yo, para seguir las
insignias de la paz y la verdad, pero fuertes por sus crímenes y su
falsedad. Los desvergonzados asesinos irlandeses, luego, regresaron a sus
hogares, para volver de nuevo en poco tiempo. Fue entonces cuando, por
primera vez, en la parte más alejada de la isla, que los pictos comenzaron
sus asentamientos sucesivos, con el saqueo frecuente y la devastación.
El crecimiento de crímenes entre los britanos
Durante esas treguas, en consecuencia, la fea cicatriz se cura para el
pueblo abandonado. Mientras que por otra parte, otra hambre más
venenosa fue creciendo en silencio, y la devastación aquietándose, la isla
fue enriqueciéndose con la afluencia de recursos de la riqueza que en
ninguna época se recordaba la posesión de tanto después: junto estos
recursos de todo tipo, el lujo también creció, [32] de hecho, fuertemente
enraizado, por lo que bien, podría decirse en ese misma época: tal
fornicación no se oye que ni siquiera entre los gentiles. Pero no fue
solamente este vicio el que creció, sino también todos los que la naturaleza
humana es generalmente responsable: especialmente el vicio que hoy se
sobrepone también al lugar que compite a todo bien en la isla, es decir , el
odio a la verdad junto con los que la defienden, el amor a la mentira junto
con sus fabuladores, emprendiendo mal por bien, respeto a la maldad y no
a la bondad, el deseo de la oscuridad en lugar de la sol, y la acogida de
Satanás como un ángel de luz. Reyes eran ungidos, no en el nombre de
Dios, sino por haber superado a otros en crueldad, y poco después fueron
ejecutados por los hombres que los ungieron, sin ninguna consulta para
verificar, porque otros más crueles habían sido elegidos. Sin embargo, si
cualquiera de ellos parecía ser de un carácter más suave, y hasta cierto
punto más apegado a la verdad, contra él se volvían sin respeto, al odio y
las flechas de todos, como si él fuera el destructor de Britania; Todas as
cosas, las que eran desagradables a Dios y los que le agradaban, tenía al
menos el mismo peso en la balanza, si, de hecho, las cosas desagradables
para él no eran más aceptables. De esta manera el dicho del profeta que
fue pronunciado en contra de esa gente de antiguo, podría aplicarse con
justicia en nuestro país: los descarriados hijos fuera de la ley, Él dice, han
abandonado a Dios y provocado al Santo de Israel a la ira. ¿Por qué habéis
de ser castigados más cuando aún se suma iniquidad? Cada cabeza es
débil y todo corazón doliente, desde la planta del pie hasta la coronilla no
hay firmeza en ello.
-----------------La llegada del enemigo que de pronto se dio a conocer
De esta manera se hicieron todas las cosas que eran contrarias a la
salvación, como si no hubiera remedio de ser suministrado al mundo por
el verdadero sanador de todos los hombres. No es sólo fueron los hombres
del mundo los que hicieron esto, sino el mismo rebaño del Señor también y
sus pastores, que deberían de ser un ejemplo para todo el pueblo; ellos, en
gran número, como si estuviesen empapados en vino durante la
embriaguez, se volvieron aturdidos y enervados, y por el incremento de las
animosidades, por el tarro de contiendas, por los avariciosas las garras de
a de la envidia, por juico confuso entre el bien y del mal, estaban tan
debilitados que claramente se veía, como en el presente caso, que el
desprecio se derramaba sobre los príncipes, y que fueron engañados por sus
vanidades y error en un lugar sin caminos, y no en el camino.
22. Mientras tanto, cuando Dios estaba deseoso de limpiar su familia, y,
aunque contaminada por tale cepa de cosas malas, para mejorarla por
haber escuchado solo sobre sus angustias, vino como el alado vuelo de un
rumor no desconocido para ellos, todos escucharon con sus oídos -que sus
viejos enemigos ya habían arribado, inclinados hacia la destrucción total, y
aposentarse en el país, como era su costumbre, de un extremo al otro. Sin
embargo, de ninguna manera se aprovecharon de esta noticia, al contrario,
como bestias estúpidas, con los dientes apretados, como suele decirse ,
mordieron el bocado de la razón, y comenzaron a correr por el camino
ancho de los muchos pecados, que conduce a la muerte, dejando el camino
estrecho a pesar de que era el camino de la salvación.
La connotada plaga
Mientras tanto, de acuerdo con las palabras de Salomón: El siervo
obstinado no se corrige por las palabras, la nación insensata es flagelada y
no lo siente, porque una peste mortal cayó sobre el pueblo imprudente los
cuales en poco tiempo, sin ninguna espada, murieron tal número de ellos
que los vivos no pudieron enterrar a los muertos.
Sin embargo, no se habían corregido, incluso por esta pestilencia, así que
la palabra del profeta Isaías se cumplió en ellos: Y Dios ha llamado a la
lamentación y la simpleza y al cinturón de cilicio: he aquí, matan terneros, y
sacrifican carneros, he aquí que comen y beben, y dicen: comamos y
bebamos, que mañana vamos a morir
Deliberación
De este modo, estaba llegando el tiempo cuando las iniquidades del país,
como las de los amorreos, de la antigüedad, se cumplirían. Se celebró un
consejo, para deliberar por qué medios aconsejables para llegar a una
determinación sobre, y así como él mejor y más seguro medio para repeler
tan frecuentes y fatales irrupciones y saqueos por los países antes
mencionados.
23 En ese momento todos los miembros de la asamblea, junto con el
arrogante usurpador Vortigern, están cegados, tal es la protección que
encuentran para su país (que fue, de hecho, su destrucción) que esos
sajones salvajes, de nombre maldito, odiados por Dios y los hombres,
deberían de ser admitidos en la isla, como lobos en redil, con el fin de
repeler a las naciones del norte. Nada más doloroso, sin duda, nada más
amargo, había pasado en la isla que esto. ¡Que completa la profundidad de
la oscuridad del alma! ¡Qué desesperanzada y cruel opacidad de la mente!
Los hombres a los que, en su ausencia, eran temidos más que la muerte,
fueron invitados por ellos, por su propio acuerdo, por así decirlo, bajo la
cobertura de un mismo techo: Tontos príncipes de Zoan, como se dice,
dando consejo insensatos al faraón.
Los sajones resultan mucho más crueles que los antiguos enemigos
Luego irrumpe una camada de cachorros de la guarida de la leona salvaje,
en tres cyulae (barcos-quillas), como se dice en su idioma, pero en el
nuestro: en buques de guerra a toda vela, con augurios y sortilegios. En
estos se predijo, la existencia de una profecía en la que ellos firmemente
confiaban, que ellos deberían ocupar el país al cual se volvieron las proas
de sus barcos, por trescientos años; por ciento cincuenta -eso es por la
mitad del tiempo- deberían hacer estragos frecuentes. Zarparon, y bajo las
instrucciones del desafortunado tirano, afirmaron por primera vez sus
garras terribles en la parte oriental de la isla, como hombres con la
intención de luchar por el país, pero en realidad de afligirlo. A ellos la
madre de la cría, sabiendo del éxito que había tenido al primer
contingente, envía también un mayor balsa llena de cómplices y perros
salvajes, que navega sobre y se une a sus bastardos compañeros. A partir
de esa fuente, la semilla de la iniquidad, la raíz de la amargura, crece
como una planta venenosa, digna de nuestros paramos, en nuestro propio
suelo, decorada con ramas y hojas rugosas
Así, los bárbaros, que fueron admitidos en la isla, tuvieron éxito en tener
provisiones suministradas a su disposición, como si fueran soldados ya a
punto
del
encuentro,
como
ellos
afirmaron
falsamente,
grandes
dificultades para sus amables animadores. Estos suministros, adquiridas
durante un largo periodo de tiempo, cerraron, como suele decirse, las
fauces del perro. Se quejaron, una vez más, que sus suministros
mensuales no les fueron aportados copiosamente, intencionalmente
colorear sus posibilidades, y declararon que, si no se les mandaban
suministros generosos, ellos romperían el tratado y arrasarían toda la isla.
No hicieron ningún retraso para dar seguimiento a sus amenazas con
hechos.
24 Por qué el fuego de la justa venganza, provocado por los crímenes
cometidos en pasado, ardió de mar a mar, colmado por la banda de
hombres impíos venidos del este; y que arrasó todas las ciudades vecinas y
las tierras, que no cesó hasta que todo había sido encendido, hasta que
casi toda la superficie de la isla había sido quemada, y lamido el océano
occidental con su lengua roja y salvaje. En este asalto, que puede ser
comparado con el ataque asirio a Judea de la antigüedad, se cumple en
nosotros también, según el relato, del profeta en su lamento que dice: Han
quemado a fuego tu santuario en la tierra, Han profanado el tabernáculo de
tu nombre; y de nuevo, Oh Dios, los gentiles han entrado en tu heredad,
ellos han profanado tu santo templo, [34] y así sucesivamente. De esta
forma todos los asentamientos, los habitantes, junto a los obispos de la
Iglesia, los sacerdotes y las personas fueron minimizados con los choques
frecuentes de los arietes; mientras que las espadas brillaban por todas
partes y las llamas crepitaban, fueron todos segados y cayeron al suelo, y,
¡triste vista! se vieron en medio de las calles, los cimientos de torres con
altas vigas [35] derribadas, y de altas paredes, altares sagrados,
fragmentos de cuerpos cubiertos de grumos, como coagulados, de rojo
sangre, en confusión, como en una especie de horrible, prensa de vino: no
había sepultura de ningún tipo salvo las ruinas de las casas, o las
entrañas de las fieras y los pájaros en el campo, lo digo con respeto a sus
santas almas (si acaso hubo algunas que lo fueran), que sean llevadas por
santos ángeles a las alturas del cielo. Ciertamente la viña, en un tiempo
buena, se había degenerado a fruto amargo, que rara vez se pudo ver,
según el profeta, ningún racimo de uvas o el oído del maíz, por así decirlo,
a espaldas de los vendimiadores o segadoras.
25 Algunos de los miserables sobrevivientes fueron capturados por
consiguiente, en las montañas y muertos a montones. Otros, vencidos por
el hambre, se llegaron a los invasores y se cedieron, para ser sus esclavos
por siempre, si no eran inmediatamente asesinados, lo que les equivalía al
mejor servicio. Otros repararon en partes más allá del mar, con fuerte
lamento, como si, fuese la llamada del remero, cantando esto bajo las velas
infladas: Tú nos has dado como ovejas para comer, Y entre los gentiles tú
nos has dispersado. Otros, confiando en sí mismos sus vidas, siempre con
el temor de la mente, en las altas colinas y pendientes colgantes y
escarpadas fortificaciones, y en los densos bosques y rocas de la costa, se
quedaron en su tierra natal, aunque con miedo.
25 Después de un cierto período de tiempo, los crueles ladrones
regresaron a su hogar. Un remanente, al que acuden los ciudadanos
desgraciados de diferentes lugares en cada sitio, con tanto entusiasmo
como un enjambre de abejas, cuando una tormenta amenaza, orando al
mismo tiempo a Él con todo su corazón, y, como se dice: Sobrecargando el
aire con oraciones numeradas, [39] el no ser destruidos por completo, a
tomar las armas y desafiar a sus vencedores en batalla, bajo Ambrosio
Aureliano. Era un hombre de carácter modesto, que, por sí mismo de la
raza romana tuvo la oportunidad de sobrevivir el choque de tal tormenta
(como sus padres, personas, sin duda, ataviadas de púrpura, que habían
sido asesinados durante), cuyos hijos en nuestros días han visto
degenerada su nobleza ancestral. Para estos hombres, por la gracia del
Señor, vino la victoria.
La victoria final sobre los sajones.
Sitio de Mons Badonicus.
26 A partir de ese momento, los ciudadanos eran a veces victoriosos, y a
veces el enemigo, con el fin de que el Señor, según su hábito, pueda probar
en esta nación el Israel de hoy en día, si la ama o no. Esto continuó hasta
el año del asedio de Badon Hill, y de casi la última gran masacre infligida a
esa caterva malhadada. Y esto comienza, hecho que sé, como el
cuadragésimo cuarto año y un mes ahora transcurrido; sino que también
es el año de mi nacimiento .Pero ni siquiera ahora están las ciudades de
nuestro país habitadas como era antes; abandonadas y desmanteladas,
yacen abandonadas [43] hasta ahora, porque, a pesar de las guerras con
los extranjeros han cesado, las guerras internas continúan. El recuerdo de
tan desesperada ruina de la isla, y la ayuda inesperada, se ha fijado en la
memoria de los que han sobrevivido como testigos de ambas maravillas.
Debido a esta ayuda, reyes, magistrados, particulares, sacerdotes,
eclesiásticos, individualmente conservaron su propio rango. A medida que
iban muriendo, cuando había llegado una edad ignorante de la aquella
tormenta, y habiendo experimentado únicamente la tranquilidad que
reina, todas las influencias controladoras de la verdad y la justicia estaban
tan alteradas y anuladas que, por no hablar de las huellas, ni siquiera el
recuerdo
de
que
se
encuentra
entre
los
niveles
mencionados
anteriormente. Hago excepción de unos pocos [44] -muy pocos- que debido
a la pérdida de la gran multitud que se apresura a diario al infierno, se
cuentan en un número tan pequeño que nuestra venerada madre, la
iglesia, de una manera no los contempla mientras descansan en su seno.
Ellos son los únicos verdaderos hijos que tiene. Que nadie piense que estoy
calumniando a la noble vida de estos hombres, admirados por todos y
amados de Dios, por quien soporto mi debilidad para así no caer en
completa ruina, como por las oraciones sagradas, como por columnas y
útiles soportes. Que nadie piense que, sí, de algún modo mi hablar es un
tanto liberal, sin duda de manera lastimera, impulsado por una multitud
de males, de los cuales no voy mucho tratar, como llorar acerca de los que
sirven no sólo a su vientre, sino al diablo en vez de a Cristo, que es Dios
bendito por los siglos. ¿Por qué quieren nuestros conciudadanos ocultar lo
que las naciones alrededor no sólo lo saben, sino que nos lo reprochan?
PARTE II.
Denuncia General de príncipes y jueces
27 Reyes tiene Britania, pero son como sus tiranos: tiene jueces, pero son
hombres impíos: participan en saqueos frecuentes y perturbaciones, de
hombres inofensivos: vengando y defendiendo, sí, pero para el beneficio de
los criminales y ladrones. Tienen numerosas esposas, aunque rameras y
mujeres adúlteras: juran solo como medio de abjurar, haciendo votos para
casi inmediatamente la falsearlos. Hacen guerras, pero las guerras que
emprenden son las civiles e injustas. Ciertamente persiguen a ladrones
diligentemente en todo el país, mientras que a los ladrones que se sientan
con ellos a la mesa, no sólo los estiman sino incluso remuneran. Limosna
dan profusamente, pero en contra, amontonarán una enorme montaña de
crímenes. Toman su asiento para dictar sentencia, sin embargo, rara vez
decretan justamente. Despreciando los inocentes y humildes, ellos para/a
su máximo esfuerzo ensalzan a las estrellas al sanguinario, los asesinos,
los hombres orgullosos, a sus propios compañeros y los enemigos
adúlteros de Dios, si el azar así lo que ofrece, quién debería, junto con su
propio nombre, ser asiduamente destruido. A muchos tienen encadenados
en las prisiones, en los cuales se mal usa el peso de las cadenas, más por
engaño que por la razón de abandono: que permanecen entre los altares en
los juramentos que hacen, y poco después miran con desdén a los mismos
altares como si fueran piedras sucias.
Denuncia de los cinco príncipes
Constantino de Damnonia.
28 De esto tan execrable, el malvado Constantino, el cachorro tiránico de
la leona inmunda de Damnonia, no es ignorante. En este año, después de
una forma terrible juramento, por el que se ató a sí mismo en no engañar
contra sus súbditos, haciendo su juramento primero a Dios, y en segundo
lugar a los coros de los santos y los que los siguen, en dependencia de la
madre (la Iglesia), no obstante, en el atuendo de un santo abad,
cruelmente rasgó los tiernos cuerpos de dos niños de la realeza, aun en el
seno de dos reverenciadas madres -saber, la iglesia y la madre según la
carne ---- , junto con sus dos guardianes??. Y sus brazos estirados hacia
atrás, de ninguna manera a la armadura, la cual nadie tenía la costumbre
de usar más valiente de lo que en este momento, sino hacia Dios y su altar,
se colgará en el día del juicio, en tus ciudades, oh Cristo, venerado como
trofeos de su paciencia y fe. Lo hizo uno de los altares sagrados, como ya
he dicho, con la espada maldita y la lanza en vez de dientes, de modo que
las capas rojas, como si con la sangre coagulada, tocaron el lugar del
sacrificio celestial.
Este hecho que él cometió, después de actos no meritorios ni dignos de
elogio; ya que, durante muchos años antes fue vencido por hechos
sucesivos y frecuentes de adulterio, después de repudiar a su legítima
esposa, en contra de la prohibición de Cristo y el Maestro de los gentiles,
quienes dicen: Lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe, y: Maridos,
amad a vuestras mujeres. Para él plantó, de la amarga vid de Sodoma en el
suelo de su corazón, estéril para una buena semilla, brote de incredulidad
y falta de sabiduría, que, regada por impiedades públicas y domésticas
como por lluvias venenosas, y brota con mayor rapidez para desagrado de
Dios, dio a luz la culpabilidad de asesinato y sacrilegio. Pero como todavía
no está libre de las redes de sus pasados pecados él amontona nuevos
delitos sobre los antiguos.
29 ¡Ven ahora! (Yo reprendo, como si estuviera presente, a quien yo sé que
aún sobreviven). ¿Por qué estas confundido, tú asesino de tu propia alma?
¿Por encender por tu propia voluntad, las incesantes llamas del infierno en
contra de ti mismo? ¿Por qué, tomando lugar de con tus enemigos, te
perforaste tú mismo, sin coacción, con tu propia espada y la lanza? ¿No
eran esas mismas copas, venenosas con crímenes, capaces de satisfacer a
tu corazón? Mira hacia atrás, te ruego, y ven a Cristo, ya que tú esfuerzo y
arte se han inclinado con tu enorme carga, y él, como él ha dicho, te daré
descanso. Ven a Él quien quisiere no la muerte del pecador, sino que se
convierta y viva: rompe, según el profeta, las cadenas de tu cuello, hijo de
Sion. Regresa, yo te ruego, aunque sea desde las guaridas secretas lejanos
de los pecados, al tierno-padre para quién el hijo que desprecia la comida
impura de la especie porcina, y teme a la muerte de dura hambre, y vuelve
a sí mismo -se ha acostumbrado en la alegría de matar el becerro gordo y
adelantar la primera prenda y el anillo real para los que yerran, y con un
anticipo de la esperanza celestial tú sentirás que el Señor es bondadoso.
Pero si tú desprecias estas amonestaciones, debes saber que, tú pronto se
volteará en redondo (tú situación) y (serás) quemado en las indescriptibles
inundaciones oscuras del infierno de fuego.
30 Tú también, cachorro de león, como dice el profeta: ¿Qué haces, Aurelio
Caninus? ¿Acaso no eres tú tragado en la misma, si no más destructiva,
suciedad, como se ha mencionado anteriormente, la suciedad de las
fornicaciones, los homicidios, los adulterios, las olas del mar como por
tierra fatalmente sobre ti? ¿No has con tu odio a la paz de tu país, como si
fuera una serpiente mortal o con tu sed inicua de las guerras civiles y
despojos repetidas, cerró las puertas de la paz y el descanso para tu alma
celestial? Una vez solo ahora, como un árbol seco en medio de un campo,
recuerde, te ruego, el orgullo de tus padres y hermanos, con su muerte
prematura e inoportuna. ¿Quieres, a causa de los desiertos piadosas, una
excepción a casi toda tu familia, sobrevivir por cientos de años, o sea de
los años de Matusalén? No, pero a menos que, como dice el salmista, seas
muy rápidamente convertirse en el Señor, que el rey pronto blandir su
espada contra ti, que dice por el profeta: Voy a matar y voy a dar la vida:
voy a herir y lo haré sanar, y no hay quien pueda librar de mi mano. Por
tanto Sacúdete el polvo de tu sucio, y se vuelven a Él con todo tu corazón,
a Aquel que te creó, de modo que cuando su ira enciende rápidamente,
seas bendecido, esperando en él. Pero si no es así, los dolores eternos te
esperan, que serás siempre atormentado, sin ser consumidos, en las
fauces terribles del infierno.
Vortiporius, príncipe de Demetia (Dyfed)
31. ¿Por qué también eres tú, Vortipor, tirano de los demecios, tontamente
terco? Al igual que el leopardo, en modales y maldad de varios colores,
aunque tu cabeza se está volviendo gris, sobre un trono lleno de astucia y
de arriba a abajo profanado por varios asesinatos y adulterios, tú, hijo
indigno de un buen rey, como Manasés de Ezequías. Qué no tan amplio
remolino de pecados, que tú mamaste como si buen vino fuese, o más aún,
eres tú mismo tragado por ellos, aunque el final de tu vida se esboza
gradualmente ---- ¿Esto no te satisface? ¿Por qué, para coronar a todos tus
pecados? ¿Tú, cuando tú propia esposa había sido retirada y su muerte
había sido virtuosa, por la violación de una hija desvergonzada, carga tu
alma como con un peso imposible de quitar?
No pases, te ruego, el resto de tus días ofendiendo a Dios, porque ahora es
el tiempo aceptable y el día de la salvación resplandece sobre el rostro del
penitente, durante la que tú llegarás para así llevar a cabo que tu huida no
sea en invierno ni en sábado. Conviértete (de acuerdo con el salmista)
aléjate del mal y haz el bien, busca el bien de la paz y síguela; porque los
ojos del. Señor estarán sobre ti cuando hagas el bien, y sus oídos atentos a
tus oraciones, y él no destruirá tu memoria de la tierra de los vivos.
Clamarás y él te escuchará y te salvará de todos tus tribulaciones. Por qué
Cristo nunca desprecia el corazón que es contrito y que se ha vuelto
humilde por temor de Él. De lo contrario, el gusano de tu agonía no
morirá, y el fuego de tu hoguera no sé apagará.
Cuneglasus
32. ¿Por qué tú también, te revuelcas en la vieja suciedad de tu maldad, de
tus años de tu juventud,
tú oso, asaltante de muchos, y conductor de
un carro perteneciente a la guarida de un oso, que desprecia a Dios y
despreciador de sus decretos, tú Cuneglas (lo que significa en la lengua
romana, tú leonado carnicero)
¿Por qué te mantienes tales luchas contra los hombres y contra Dios?
Contra los hombres, en tus propios compatriotas, esto es, por medios de
las armas, especiales para ti; contra Dios, por crímenes sin número ¿Por
qué, en adición a tus innumerables fallos, ¿tú, después de haber
desterrado a tu esposa, y de volcar tus ojos en su ruin hermana, que está
bajo un voto a Dios, el de la perpetua castidad de la viudez, que es como
dice el poeta, de la más alta sensibilidad de ninfas celestiales, con el
acatamiento completo, o más bien el embotamiento, de su mente, contra la
prohibición del apóstol cuando dice que los adúlteros no pueden ser
ciudadanos del reino de los cielos? ¿Por qué provocaste, con tus repetidas
agresiones, los gemidos y suspiros de santos, que por tu causa están
viviendo en el cuerpo, como si fueran los dientes de una enorme leona que
será algún día romper tus huesos?
Cesa, te ruego, del enojo, como dice el profeta, y abandona la ira mortal
que solo atormentará a ti mismo, que tú has sido grosero contra el cielo y
la tierra, es decir, contra Dios y su rebaño. Más bien cambia tu vida y haz
que ore por ti, a quien se le da el poder de atar por encima del mundo,
cuando se han unido a los culpables en el mundo, y desatar, cuando han
absuelto al penitente. [50]
No seas, como dice el apóstol, altivo, ni tener tu esperanza en la
incertidumbre de las riquezas, sino en Dios que te da muchas cosas en
abundancia, que mediante una enmienda de tu vida, bien puedes
cimentar para ti una buena base el tiempo que viene, y puedes acceder a
la verdadera vida; esto es, por supuesto, la vida eterna, no lo que ya pasó.
De lo contrario, has de saber y ver, incluso en este mundo, que perverso y
amargo es el haber abandonado al Señor tu Dios, y para que su temor no
es contigo, y que en el mundo que viene serás quemado en la pila horrible
de los fuegos eternos, y no obstante, sin poder morir. Ya que las almas de
los pecadores son tan inmortales para el fuego interminable como las de
los santos son para la alegría (eterna).
Maelgwn (lat.: Maclocunus) de Anglesey (Yinis Mon)- Insularis Draco.
33. Y tú, el dragón de la isla, que has reducido a muchos de los tiranos
antes mencionadas, así como de la vida, como de reinos, tú último en mi
texto, y primero en maldad, excediendo a muchos en el poder y, al mismo
tiempo en la malicia, más liberal en el dar, y más excesivo en el pecado,
fuerte con las armas, pero más fuerte en lo que destruye tu alma ---- tú
Maclocunus, ¿por qué obtusamente revuelcas en tal vieja y obscura
piscina de crímenes, como si empapado con el vino que se presiona de la
vid de Sodoma?
¿Por qué te atas a tu real cuello (de tu propia voluntad, por decirlo así),
estos montones, de crímenes imposibles de eliminar, tan grandes como
montañas? ¿Por qué pues te muestras a ti mismo ante Él, el Rey de todos
los reyes, que te hizo superior a casi todos los reyes de Britania, tanto en el
reino como en carácter, no mejor que el resto en moralidad, sino por el
contrario peor?
Tener que escuchar pacientemente por un tiempo un registro indiscutible
de esos cargos, que, pasando por alto las ofensas domésticas y otras de
ligereza ---- se deberá testimoniar sólo las cosas que han sido proclamadas
por todas partes, en plena luz del día, como crímenes de admitidos.
En los primeros años de tu juventud, acompañado por soldados de los más
valientes, cuyo aspecto en batalla no parecía muy diferente a la de los
leones jóvenes, ¿no hiciste -de la manera más amarga-, aplastar a tu tío el
rey, con espada, lanza y fuego?
Sin tener en cuenta a la palabra del profeta cuando dice: Los hombres de
sangre y engaño no llegarán a la mitad de sus días. ¿Qué quieres tú
esperar en retribución por este hecho solamente, del Justo Juez, incluso si
tales consecuencias como se ha dicho no fuesen a ocurrir, cuando Él
mismo modo, dice el profeta: ¡Aflicción a ti que saqueas; ¿no serás tú
también saqueado? y que tú que matas, no serás tú mismo matado? y
cuando tú has puesto un fin a tus saqueos, entonces Caerás!
34. Cuando el sueño de tu reinado opresivo resultó conforme a tu deseo,
no hiciste tú, apurado por el deseo de volver al camino correcto, con la
conciencia de tus pecados, probablemente, mordiéndote días y noches
durante ese período, en primer lugar, en gran parte meditando con ti
mismo sobre una conducta santa y las reglas de los monjes, para a
continuación, traerlos adelante para darlo a conocer abiertamente, ¿No
acaso hiciste votos monacales para siempre? qué te no prometas a ti
mismo por los siglos de un monje? Sin ninguna idea de infidelidad fue
hecho, según tu declaración, ante los ojos de Dios Todopoderoso, ante la
presencia de los ángeles y de los hombres. Tú hubieras roto, como se
pensaba, esas grandes redes, por las que los toros gordos de tu clase
acostumbran a ser enredado de la cabeza, es decir, hubieras roto las
tramas de todo tipo de la realeza, de oro y de plata, y lo que es más fuerte
de estas, de tu propia voluntad imperiosa. Y tú mismo provechosamente te
hiciste como la paloma que roba al cuervo, escindiendo fuertemente el aire
fino con crujiente vuelo, escapando de las garras crueles del rápido halcón
con vueltas sinuosas, a las cuevas de los santos, retiros seguros para ti, y
lugares de refresco.
¡Qué alegría sería hubiese dado a tu madre, la Iglesia, si el enemigo de
toda la humanidad no te hubiera desastrosamente arrastrado, en cierto
modo, fuera de su seno!
¡Qué plena flama de esperanza celestial habría de arder en los corazones
de los hombres sin esperanza, si tú hubieses preservado en el bien!
¡Cuales y que grandes recompensas del reino de Cristo esperarían a tu
alma en el día del juicio, si ese lobo astuto, cuando tú, de ser un lobo te
convertiste en un cordero, no te hubiese arrebatado del redil del Señor (no
en gran medida contra tu voluntad) para hacer de ti un lobo de un
cordero, tal como él!
¡Qué alegría para tu salvación, si la hubieses asegurado, si te hubieses
arreglado para el Padre misericordioso y Dios de todos los santos, y no al
padre miserable de todos los perdidos, como un águila de poderosas alas y
garras-al diablo, me refiero-contra todo el derecho, te ha arrebatado para
la tropa infeliz de sus hijos!
Para no ser tedioso-tu conversión hacia el bien trajo tanta alegría y
simpatía, tanto al cielo como a la tierra, como ahora tu maldito, volviste a
tu horrible vómito como un perro enfermo, ha causado tristeza y lamento.
Cuando esta regresión que hiciste, tus miembros son presentados como
armas de injusticia al servicio del pecado, y del diablo, y que deberían de
haberse presentado con el entusiasmo debido al buen sentido como
armas, de justicia para Dios.
Cuando la atención de tus oídos se cautiva, no son las alabanzas a Dios,
en la voz melodiosa de los seguidores de Cristo, con su dulce ritmo y el
canto de la melodía de la iglesia, lo que se escuchó, sino tus propias
alabanzas (que no son nada); la voz de la ruin tripulación gritándose uno a
otro, como juerguistas en bacanal, llenos de mentiras y escupiendo flema,
para embadurnar a cualquiera cerca de ellos. De esta manera, el buque,
una vez preparado para el servicio de Dios, se transforma en un
instrumento de Satanás, y lo que se había considerado digno de honor
celestial es, de acuerdo con su abandono, echado en el abismo del infierno.
35. Sin embargo, no por tales escollos de males, como si por una especie
de barrera, tu mente se hubiese embotado a través de una carga de
imprudencia, retardada; pero impetuosa como un potro joven, que,
imaginando cada lugar no atravesado, más agradable se precipita a lo
largo, con una furia desenfrenada, en amplios campos de crímenes,
amontonando nuevos pecados sobre tus años.
Pues el despreciaste tu primer matrimonio, y aunque después de que
violaste los votos monacales, lo cual era ilícito, aún debiste de haber
asumido en matrimonio a tu propia esposa; pero otro matrimonio fue
buscado, y no con la viuda de nadie, más con la amada esposa de un
hombre vivo; y no un extraño, sino el hijo de tu hermano.
En esta relación, ese tu cuello rígido, ya ponderado con muchas cargas de
pecados (a saber, un audaz asesinato doble, el asesinato del marido antes
mencionado, y la mujer que fue durante un tiempo considerado por ti
como tuya), se dobla más bajo los extremos excesos de tus hechos
sacrílegos, de crímenes bajos a crímenes aún más bajos. Después te
casaste con ella, y por cuyas confabulaciones e insinuaciones, la gran
masa de tus crímenes creció repentinamente muy grande, y abiertamente,
y (como las lenguas falsas de tus aduladores afirman, con voz en alto,
aunque no de lo profundo de su corazón), que es un matrimonio legítimo,
ya que ella es una viuda; pero nuestras lenguas dicen que, dentro del
matrimonio profanado.
¿Qué santo hay por allí cuyas entrañas, movidas por tal relato, y que no
prorrumpa en llantos y sollozos? ¿Qué sacerdote, cuyo recto corazón este
abierto delante de Dios, al enterarse de estas cosas, acaso no, con gran
llanto, instantáneamente diría las palabra del profeta: ¿Quién dará agua a
mi cabeza, y una fuente de lágrimas a mis ojos? Y lloraré día y noche a los
muertos de mi pueblo.
¡Ay! Poco hiciste tú, con tus oídos, escucha la reprensión del profeta
cuando así dice: ¡Ay de vosotros, hombres impíos, que han abandonado la
ley del Dios! Altísimo: y si nacieres, seréis nacido de una maldición; y si
mueren, su parte será por una maldición. Todas las cosas que son de la
tierra deben ir a la tierra, así como el impío de maldición deberá ir a la
perdición. Esto está entendido si no vuelven al Señor, al menos, cuando tal
advertencia, como la siguiente, ha sido escuchada:
Hijo mío, has pecado; no añadas más a ello, sino más bien ora para ser
relevado de tus antiguos pecados. Y de nuevo: no te retardes en ser
convertido al Señor, ni lo aplaces día a día, ya qué su ira vendrá de
repente; porque, como dice la Escritura: Cuando el rey escucha a una
palabra injusta, todos los que están debajo de él, son malvados. Seguro es,
como ha dicho el profeta: Un rey justo eleva la tierra.
36. Pero ciertamente las advertencias no te faltaron, ya que tuviste como
instructor al refinado profesor de casi toda Britania [52] Guárdate, pues,
no sea que lo que se ha sido señalado por Salomón te suceda a ti: Como
alguien que despierta durmiente de un sueño profundo, es el que habla de
sabiduría a un tonto; por qué al final de su discurso, dirá: "¿Qué dijiste tú
primero? Lavar tu corazón, oh Jerusalén, como se dice, de la maldad, que tú
majestad seas salva.
No desprecies, te ruego, la misericordia inefable de Dios, cuando, por
medio del profeta, él llama a los malvados por sus pecados, de la siguiente
manera: Al instante hablaré a la nación y al reino, para que puedan
arrancar, dispersar y destruir, y arruinar. Él exhorta encarecidamente al
pecador al arrepentimiento en este pasaje: Y si esa nación se arrepiente de
su pecado, también deberá arrepentirse con respecto a lo malo que he dicho
par que se le hiciere. Una vez más: ¿Quién les dará un corazón para que me
oiga, y guarden mis preceptos, e irá bien a ellos todos los días de su vida?
De nuevo, en el cantar del Deuteronomio, él dice: Porque son una nación
privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento. ¡Oh, que fueran
sabios, que comprendieran esto, que entendieran su postrimería! Cómo
podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil. De nuevo en el
evangelio, el Señor dice: Vengan a mí todos aquellos cuya labor es pesada,
que yo los haré descansar. Toma mi yugo sobre ti, y aprehende de mí; por
qué yo soy dócil y humilde de corazón: y encontrarás descanso para tu
alma.
Porque si tú escuchas estas cosas con oídos sordos, tú retas a los profetas,
tú desprecias a Cristo, y para mí, siendo un hombre baja condición, se
que, tú desprecias como cosa de poco peso, aunque en todo caso, guardo
la palabra del profeta con piedad sincera y buena fe: Llenare seguramente
mi fuerza con el espíritu y el poder del Señor, a fin de dar a conocer a la
casa de Jacob sus pecados, y la casa de Israel sus ofensas, no sea que
sean como perros mudos que no pueden ladrar. También las palabras de
Salomón que nos dicen: El que dice que el impío es justo, será anatema
ante la gente, y odiado de las naciones; porque quien lo condene esperará
mejores cosas. De nuevo: No consideraras la ruina de tu vecino, ni
guardaras palabra en el tiempo de la salvación. También: Salva a los que
son tomados para la muerte, y que redime a los que están muertos, no
perdonarás, porque, como el mismo profeta dice: No aprovecharán las
riquezas en el día de la ira; más la justicia librará de muerte. La justicia del
perfecto enderezará su camino; más el impío por su impiedad caerá. La
justicia de los rectos los librará; más los pecadores en su pecado serán
presos. Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la
expectativa de los malos perecerá. El justo es librado de la tribulación, y el
impío viene en lugar suyo.
Esa obscura inundación del infierno [54] se revolverá en ti con su
torbellino mortal y sus olas feroces; siempre te torturará y nunca te
consumirá, para ese momento demasiado tarde y ya sin provecho, tendrás
conocimiento real de dolor y el arrepentimiento del pecado, de los cuales,
una conversión al camino recto de la vida, es apartado por ti.
Razones para la introducción de palabras de los santos profetas
(sancti vates)
37. Aquí de hecho, o incluso antes, era que concluir esta historia llorosa y
quejarse de los males de esta edad, por lo que mi boca se debe relacionar
sin más los hechos de los hombres. Pero que no suponen que soy tímido o
cansado, a fin de no ser cuidadosamente en guardia contra ese dicho de
Isaías: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen
de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo
dulce por amargo. Los que mirando no ven, y escuchando no oyen, cuyo
corazón está cubierto con una gruesa nube de males.
Más bien, quiero sucintamente relatar que amenazas, y de que gran
manera, los oráculos de los profetas clamaron contra el antes mencionado
lascivo y loco, cinco caballos del séquito del faraón, por el cual su ejército
es incitado activamente a su ruina en el mar Rojo y los que son como ellos.
Por estos oráculos, como si de un techo noble, se tratara, mi modesto
trabajo está con seguridad protegido, para que no se exponga a las lluvias
tormentosas de hombres envidiosos, que se precipitaban sobre él (trabajo),
estando uno con el otro.
Deja pues, que los santos profetas hablan por mí ahora, como lo hicieron
anteriormente-ellos los que estuvieron como la boca, por así decirlo, de
Dios, el instrumento del Espíritu Santo con la prohibición de pecados
entre los hombres, hacerse amigo de lo bueno ---- contra el obstinado y
orgulloso príncipe esta edad, para que no se diga, que es de mi mera
invención y palabras prolijas, Estoy lanzando contra ellos semejantes
amenazas y terrores de tal magnitud. Ya que ningún hombre sabio es
dudoso de cómo son mucho más graves son los pecados de este tiempo,
que los de la época primitiva, cuando el apóstol dice: El que menospreciare
la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin
ninguna misericordia. ¿De cuánto mayor castigo pensáis que será digno, el
que pisoteare al Hijo de Dios?
Notas
[1] Gildas considera su trabajo como una "deuda" contraída hace mucho tiempo en
respuesta a los ruegos piadosos de sus amigos, sino que también es una "promesa" hecho
diez años atrás. Tal afirmación nos justificaría en relación con las restricciones del libro
como sentimientos entretenidos por un gran círculo de hombres británicos en el siglo VI;
las numerosas sugerencias también se encuentran en la obra como a las ideas sostenidas
por el escritor respetando el debido cumplimiento de los deberes de los ministros de la
iglesia, y su estimación de los que se encuentran con ganas, no eran en modo peculiar a
sí mismo. Él representa los sentimientos y las ideas comunes a él y muchos de sus
contemporáneos.
[2] Tironibus. La palabra tirones no parece en Gildas llevar el significado de "joven".
Aunque normalmente denota un joven soldado, un recluta, o en cualquier profesión "no
Aetate sed usu forensi atque tironem exercitatione", pero Jerónimo en sus escritos
monásticos parece haber dado el significado de cualquier persona que se ha convertido en
un seguidor de Cristo. En su Hilarión Vita., 5, menciona tirunculos Christi parecer en
este sentido. Ni Forcellini ni Du Cange nos ayudan aquí, a no ser que en última instancia
fuese un castellanus o un vassallus castri llamado Novato. En c. 73 la palabra se aplica a
los escritores del Nuevo Testamento o de los apóstoles y de los mártires mencionados en el
Nuevo Testamento: en c. 12, omnes tirones Christi es ciertamente equivalente a "todos los
cristianos." Tiro también = catechumenus.
[3] La lista de materias que Gildas tiene la intención de dar en una breve reseña
introductoria a su trabajo más serio, se puede clasificar en cuatro capítulos:
1. Sobre la propia Britania; la infidelidad débil de sus habitantes hacia los romanos que
conducen a la sujeción y el castigo por los segundos; es decir, una descripción geográfica
de Britania; una cuenta de la dureza de su gente, de su sometimiento, la rebelión, la
segunda sujeción y un duro servicio prestado. Aquí tenemos la relación de Britania a
Roma solamente, Roma es vengadora de Dios.
2. Una relación del desarrollo de la religión cristiana; persecución (en el mundo en general
y en Gran Bretaña), mártires, herejías.
3. Los tiranos, cuyo abandono de la isla dejaron abierta al ataque de las "dos naciones";
(escotos y pictos)-su defensa (con la ayuda de una legión romana); devastación, segunda
venganza (esta vez de nuevo con éxito por la ayuda romana); tercera devastación, hambre,
carta a Aecio, la victoria, los crímenes. Gildas comienza su relato de "las dos naciones",
los escoceses y los pictos, no en el momento en que sus estragos comenzaron, sino en un
momento que hace de su historia un relato para su propósito: es decir, cuando, debido a
la acción del tyrannus Máximo, el país se quedó sin defensa contra estos bárbaros. Para
Aecio, vid. Cap. 20
4. Los mismos enemigos de repente se presentaron, la peste, el consejo entretenido por si
los britanos deberían de invitar a los sajones, etc. Esta última parte de la narración relata
las luchas de los britanos con los sajones, comenzando de nuevo, no con los primeros
ataques de estos bárbaros, sino con una política importante que cambió todo el contexto
de los asuntos. El relato termina con la victoria y la paz. (Véase la Introducción).
[4] Gildas dice con frecuencia que deriva sus detalles geográficos de Orosio (Hist., I, 2,
77), pero lo que el presbítero español escribió pudo haber sido un lugar común en la Galia
y Gran Bretaña en la época de Gildas, e incluso de otras fuentes. Plinio da la misma
longitud y anchura; ínsula habet en longo Milia passuum DCCC, en lato milia CC. Las
palabras de Orosio esta manera corro, ínsula Britannia Oceani por longum en extenditur
boream; un habet Gallias Meridie -haec ínsula habet en longo Milio passuum DCCC, en CC
lato; las mediciones, como vemos, se expresan textualmente lo mismo que por Plinio.
Orosio dice, "hacia el norte" en cuanto a la posición de la isla, en la que es seguida por
Gildas, aunque en el lenguaje poético; pero Gildas tiene detalles adicionales, que con
respecto al continente Britania se encuentra hacia el oeste-noroeste y el oeste (circium
occidentemque). Los dos escritores pueden ser independientes uno de otro. En el resto de
esta descripción, Gildas se basa en su propio conocimiento personal de su isla natal,
deteniéndose en cada detalle, aunque en estilo defectuoso. Para la geografía de Gran
Bretaña e Irlanda en los escritores antiguos, ver Bunbury, Historia del Antiguo Geografía,
vol. i, p. 584.
[5] Veintiocho ciudades. Suetonio, en Vespaciano 4, menciona que había veinte ciudades
en Gran Bretaña. Es difícil definir el carácter especial de los pueblos y las ciudades de
Gran Britania bajo el dominio romano. A partir del material suministrado en la Hübner
Corpus Inscr. Lat., Vol. vii, y algunas otras fuentes, se puede concluir que, además de los
grandes puestos militares el desarrollo civil de Gran Bretaña era algo insignificante.
Gildas nos informa de que el muro (de Adriano) corrió "entre las ciudades" (inter urbes,
quae ibidem forte ob metum hostium collocatae fuerant). Había sin duda de guarniciónes
donde estaban estacionadas las cohortes auxiliares: también las hubo en Eburacum,
donde se estacionó la legión Vl; Deva, con la XX; e Isca, con la IIª Augusta. Además de
estas estaciones militares, aunque Gildas habla de coloniae cunctae y colonia, no más de
cuatro son conocidas que fueran, en sentido estricto, coloniae, a saber: Eburacum,
Camulodunum, Glevum, Lindum. Muchos pueblos pequeños se nombran, especialmente
hacia el sur y el este; excepto en Gales. El único municipium conocido, Verulamium, es
mencionado accidentalmente por Gildas, así como Caerlleon (es decir, Caer legión =
Legionum urbs). La Historia Britonum da una lista de estos veintiocho años, que Zimmer
argumenta debe haber sido elaborados algún tiempo antes de 796 d. C (Nennius,
Vindicatus, pp. 108-110). Se da cuenta de la intervocálica "g" en Cair Legión, Cair
Segeint, Cair Guorthigirn.
[6] Nos encontramos con una traducción libre al galés de varias porciones de Gildas en
Ystorya Brenhined y Brytanycit, por Geoffrey de Monmouth (+ 1154). Las citas galeses
son de la edición de The Bruts, por el Sr. Gwenogfryn Evans; las variaciones muy leves
hechos se explicarían simplemente como destinadas a hacer los pasajes más fáciles de
leer.
[7] Civibus. El termino cives, los ciudadanos del Imperio Romano, es empleado en todo
momento por Gildas para designar a sus compatriotas. De este modo ellos dben, para sus
ojos, ser distinguidos de los "bárbaros".
[8] Gildas, en su narrativa, tiene la intención de omitir toda referencia a cuatro temas: (1)
Él no va a tratar de las creencias pre-cristianas que los británicos tenían en común con
toda la raza humana; él los llama, naturalmente, "errores". (2) Las formas de idolatría
vieja, restos de la que todavía sobrevivieron "dentro y fuera de los muros de los templos
abandonados", no se relataron. (3) honores supersticiosos ofrecidos a montañas, valles y
ríos, no exclamará contra ellos. (4) Él estará en silencio en respecto los viejos años de los
tiranos, evidentemente, tiene su ojo particularmente en Máximo, AD 383-388. Su intento
será para narrar los males que Britania sufrió ella misma y las que se infligieron a los
demás "en la época de los emperadores romanos." Estas limitaciones son instructivas, en
la medida en que muestran cómo el relato mismo es gobernado por el espíritu de toda la
"Epístola".
[9] Portenta. Vol. vii de la Hübner Corpus Inscr. Lat. Muestra amplia evidencia de que la
adoración, por ejemplo, de Mitra, se había extendido en Britania, en los monumentos de
eregidos principalmente por oficiales romanos. Gildas con la palabra portenta parece
referirse a este tipo de restos de cultos orientales. Cf. . Jerónimo, Ep, 107, 2: specum
nonne Mithrae et omnia portentosa simulacros quibus Corax, Nymphus, Miles, Leo, Perses,
Helios, Dromo, Pater initiantur.
[10] Porfirio rabidus orientalis Adversus ecclesiam canis. Porfirio (233-304) se llama
orientalis como escritor griego; además de otras (filosóficas) obras, escribió también un
trabajo en Libros xv "contra los cristianos." [...] Es varias veces nombrado por Jerónimo,
siempre junto a Celso y Juliano, como un adversario del cristianismo, por ejemplo, Ep.
57; pero en el Prefacio a la Viris Illustribus, nos encontramos con el mismo apelativo de
"perro rabioso" aplicado en plural a Celso, Porfirio y Juliáno. Discant igitur Celso, Porfirio,
Iulianus rabidi Adversus Christum canes.
En el documento EP. 133, Jerónimo, mientras contesta el Definitiones et Syllogismi de
Coelestius (el compañero irlandés de Pelagio), dice: "Por último (una objeción que su
amigo Porfirio acostumbra a hacer en contra de nosotros), ¿qué razón hay para que el
Dios compasivo y misericordioso tiene naciones enteras que sufren, desde Adán hasta
Moisés y desde Moisés hasta el advenimiento de Cristo, que perecen por desconocimiento
de la ley y sus mandamientos? Porque ni Britania, una provincia fértil en tiranos, ni el
pueblo de Irlanda .... sabían de Moisés y los profetas (Neque enim gentes Britannia fertilis
provincia tyrannum et Scoticae,..). " Jerónimo probablemente se propone un ataque a los
británicos Pelagio, y Coelestius el irlandés (?); pero Gildas ha caído evidentemente en el
error de atribuir las palabras del propio Jerónimo a Porfirio. Los editores benedictinos
también parecen tener el punto de vista que Porfirio es sólo acreditado con el carácter de
la objeción. La cita, como está, junto con las palabras que la introducen, nos permite
concluir que Gildas era versado en los escritos de Jerónimo, y en particular con cómo
tratar de las doctrinas de Pelagio, aunque este último no es mencionado por él. No
podemos, por tanto, argumentar a partir de su silencio que él "no sabía nada" de la
herejía pelagiana.
[11] La primera paz Parta. Parece que hay cierta confusión en la mente de Gildas aquí: el
pasaje tendría un sentido correcto, si se entiende que la paz se hizo poco después de la
muerte de Trajano, 117 d C; Por lo tanto, la expedición a Britania mencionada por Gildas
aquí es la de los tiempos de Adriano, que en 122 AD construyó la gran muralla que lleva
su nombre. ¿Por qué Gildas seleccionó este momento en particular? La respuesta se
puede encontrar en la palabra "infiel"; después de los grandes avances y mejoras
realizadas bajo el gobierno de Agricola (78-85), que, sin duda, no cesaron con su abrupta
salida, los británicos pronto se mostraron inquietos bajo el dominio romano. Esto, para la
mente de Gildas, demostró que eran un "pueblo infiel", y el registro de su rápida sujeción
bajo tal condición bien sirve al propósito especial de su obra. Véase la nota
complementaria, c. 18.
[12] Dolosa Leaena. Estas palabras se han entendido con frecuencia como una referencia
a la revuelta de Boudicca contra Suetonio Paulino, cuando éste estaba en Anglesey, AD
62, pero la fecha de la "Primera Paz Parta " lo hace imposible. Zimmer es de la opinión de
que las palabras implican una reminiscencia de aquella reina vasalla. Esto, de nuevo, no
es muy probable, porque Gildas muestra afición en otra parte por el término "leona",
como se aplicado a países: en c. 23 leaena Barbara representa el hogar de las hordas
sajonas, y en c. 27 para el reino de Damnonia. Es difícil fijar la fecha de esta segunda
expedición de los romanos contra Britania. ¿Fue la de Antonino Pío, quien en 143
construyó la segunda pared -el vallum de césped- entre Clyde y Forth, o la expedición de
Septimio Severo en 193? La relación de Gildas 'es extremadamente vaga; sin embargo, no
hace mencion ninguna otra visita de las fuerzas romanas hasta finales del siglo IV, e
implica amplias disposiciones para la consolidación del poder romano en la isla, no es
improbable que él tiene en mente la exitosa labor de Severo.
Una dificultad surge con la última frase del c. 7. El Sr. Rhys (. Gran Bretaña celta, p 19)
concluye que la moneda británica llegó a su fin en la época de Claudio (muerto AD 54), o
poco después del 69; y en el Monumenta Hist. Brit., P. clii, leemos: "Después de la
expedición de Claudio y su establecimiento del poder romano en Gran Bretaña, los
británicos abandonaron el arte de acuñar." Se hace referencia allí, en una nota, a este
pasaje de Gildas como "confirmar esta opinión." Dicha confirmación no es posible si la
opinión que aquí sea correcta, es decir, que Gildas ha seleccionado la expedición de
Adriano como su punto de partida, a menos Gildas está atribuyendo erróneamente a la
época de Severus lo que ya había tenido lugar en la época de Claudio. La obra de Severo
en Britania fue, sin embargo, mucho más efectiva que cualquier cosa que se pudiera
lograr con la ocupación limitada establecida en tiempos de Claudio. Por otra parte, si bien
es muy natural que las monedas romanas debieron estar en circulación en la provincia de
Britania desde los primeros tiempos, la política de prohibir la moneda británica apenas
fue posible hasta los tiempos de Severo, y es algo de este tipo lo que está implícito en las
palabras de Gildas. Es curioso que no aparezca el nombre de ningún emperador más
tardío que Constans (AD 337-350) en inscripciones en Britania.
[13] Vergilius, Aen.ii, 120.
[14] Si leemos esta sección con atención vemos que Gildas no se refiere a la introducción
del cristianismo en Gran Bretaña; su significado parece ser que el sol salió para Inglaterra
como para el mundo entero, por la resurrección de Jesucristo. Él está tomando
evidentemente su información (ut scimus) de la versión latina de Eusebio Chronicon. Este
dice: "Cuando Pilato envió información a Tiberio de la doctrina de los cristianos, Tiberio lo
remitió al Senado, por lo que debió de ser recibida entre los otros registros sagrados Pero
cuando decidieron los padres de la ciudad que los cristianos debían de ser expulsados de
Roma, Tiberio en un edicto amenazó a los acusadores de los cristianos con la muerte.
Tertuliano lo escribe así en su Apologeticus " (Pilato de Christianorum dogmate ad
Tiberium Referente Tiberio retulit ad senatum, ut inter reciperetur sacra cetera. Verum cum
ex consulto patrum Cristianos eliminari placuisset Urbe, Tiberio por edictum accusatoribus
Christianorum comminatus est mortem. Scribit Tertullianus en Apologético. An. Abr 2053.)
Eus. Chron., Schöne, ii, p. 151. terc., Apol. 5.
[15] Quae, licet ab incolis tepide suscepta sunt. Esto es todo lo que Gildas dice respecto a
la evangelización de Britania. Si él sabía más que los primeros predicadores del
cristianismo es imposible de decir, pero sus palabras implican que su difusión entre la
población nativa (incolae) de la isla era extremadamente lenta: lo recibieron "frialdad".
Entre los oficiales romanos y los inmigrantes extranjeros que se pudo haber diseminado
tempranamente, así que los pocos restos que ahora dan fe de una iglesia paleocristiana en
Britania que les pertenecían, se encuentran en las partes más a fondo romanizadas. De
acuerdo con las pruebas aportadas por séptimo volumen de Hübner de inscripciones
latinas, deducimos que el paganismo de diversos tipos continuó mucho tiempo, incluso
entre estos provincianos. Mitra, Cibeles, el Hércules tirio y la fenicia Astarté, tenían sus
adoradores: en York había un templo de Serapis, y en Caerlleon, en Gales del Sur, el
legado romano, Postumius Varo, restauró un templo de Diana al final del siglo tercero,
que es decir, no mucho tiempo antes del Consejo de Aries (314), que conocemos tan bien.
Inscripciones cristianas son más numerosas en Gales que en cualquier otra parte de
Gran Bretaña, sin embargo, ni allí ni en las otras partes se indica una fecha anterior a la
mitad del siglo quinto. De Britania, así como de la Galia, las palabras de M. le Blanc son
verdaderas, y que las historias legendarias de una conversión "por la explosión" no tienen
prueba alguna en su favor. "L'n'admet historique ecole punto chez nous un Christianisme
fait, comme en dit 1'a, par explosión" (Prefacio, xli, Insc. Chrétiennes de la Gaule).
[16] Novennem, los nueve años de persecución. El significado que se adjunta a esta
expresión pudo ser tomado de c. 12 ", cuando diez años no se habían terminado." Eusebio
habla de la persecución por haber durado diez años (... HE, viii, 15), sin embargo, ambos
números admiten una sencilla explicación. El primer edicto de Diocleciano, de los cuales
Gildas da la primera y segunda disposiciones, se emitió en febrero de 303, y el Edicto de
Milán, terminando la persecución estatal del cristianismo, apareció hacia el final de 312.
El período fue de esta manera un buen acuerdo más de nueve años, más no diez. Gildas
parece estar simplemente copiando o enumerando, en orden, las disposiciones de Edictos
de Diocleciano como aparecen en la versión de Rufino de la Historia Eclesiástica de
Eusebio. Por la primera disposición del Edicto I, las iglesias debían ser derrumbadas; por
la segunda, las Escrituras debían de ser quemadas; otra disposición, que implica la
degradación, no es mencionada en la narración de Gildas. El Edicto II publicado poco
después, ordenó que todos los ministros de la iglesia fuesen encarcelados sin siquiera la
opción de retractación. El Edicto III (también llamado “El Edicto”) que pronto siguió, dio
lugar a la aplicación de la tortura, que demasiado a menudo resultaba en la muerte, a
pesar de que la muerte hasta ese momento no había sido ordenada como un castigo. Con
el Edicto IV, en el año 304, la persecución alcanzó su punto más feroz al retomar las
antiguas medidas de Decio: ordenando a todos los hombres ofrecer sacrificios y libaciones
a los dioses paganos, por lo que se dieron las atrocidades descritas por Eusebio y
narrados en tantas Acta Martyrum. Un escritor africano del siglo IV se describe la
persecución en palabras que nos recuerdan a Gildas: "Me hizo algunos mártires, otros
confesores, algunos se degradaron en una muerte calamitosa; se salvaron sólo los que
lograron esconderse" (Optato, De Cisma. Donat., i, 13).
[17] Ecclesiastica historia narrat. Bajo este término entenderemos la versión latina de
Eusebio Historia Eclesiástica, por Rufino. Pero la mención de "la historia eclesiástica",
sugiere la misma cuestión que ha sido planteada por varios. Scholl fue probablemente el
primero en sugerir que Gildas está aquí adoptando la descripción que encontró en
Eusebio de la persecución de Diocleciano, y la aplicación de la misma a Britania. Pero
este capítulo es, de hecho, no es una descripción de la persecución en Britania; sino que
bien describe lo que ocurrió "en todo el mundo" (por totum mundum) y como tal es un
resumen del libro VIII de la Historia de Eusebio. El curso real de los acontecimientos es
seguido por Gildas, al igual que los edictos se sucedían unos a otros, y como es descrito
por Eusebio en el segundo capítulo del libro llamado ---- la ruina de las iglesias, la quema
de las Escrituras, masacre de los cristianos. Además, cuando el paso final fue tomado por
los emperadores en cuanto al asunto del cuarto Edicto, el objeto real se había convertido
(como en este caso lo es declarado por Gildas) el exterminio del cristianismo. No es de sólo
decir: "la declaración general de Gildas al respecto a esta persecución se basa (como
siempre con él) sobre una traducción no autorizada para el caso particular de Gran
Bretaña, de la lengua de Eusebio (HE, VIII, 2) en relación con la persecución en general, y
es concluyente contradecido por el propio Eusebio y por Sozomeno y Lactancio "(Haddan y
Stubbs, Consejos, i, p. 6, n.).
[18] Ut Conicimus. Estas palabras implican que Gildas no tenía ninguna información
definitiva respecto al tiempo exacto de los martirios mencionados en esta sección. La
lectura del Codex X, ut cognoscimus, es evidentemente una glosa, haciéndose eco de la fija
tradición de los tiempos del copista. Que el martirio de San Albano tuvo lugar durante la
persecución de Diocleciano, es por lo tanto, una suposición por parte de Gildas.
Evidentemente él encontró el relato dado aquí en alguna Acta o Passio perdidos, y
encontramos que Beda ha añadido otros detalles de alguna segunda Acta también
perdida. Ahora bien, muchas de estas actas de martirio se encuentran vacías de todos los
detalles en cuanto a tiempo y lugar, como, por ejemplo, las condenadas por el famoso
Decretum del Papa Gelasio en 496 (Hefele, II, 618); si alguno de ellos llegó a las manos de
Gildas, es natural que él debió que conjeturar los hechos allí narrados tuvieron lugar en
la última gran persecución. Uno está tentado también a notar una diferencia en el texto
de algunos códices, como posiblemente un registro diferente, sino es que se tratase de la
misma tradición original; estos son, uellonnensis E, C-scm uellamien, uellomiensem D. Sin
embargo, es, tal vez, más seguro concluir que Gildas encontró Verulamium fijado en la
tradición como lugar de sufrimiento de un mártir que lleva el nombre de Albano, a pesar
de que no se nombra en el relato dado por el autor de la Vida de Germanus de una visita
realizada por los obispos galos Germán y Lupus (AD 429) a la tumba de Albano: "Los
sacerdotes," leemos, "buscaron al beato mártir Albanus con el fin de dar gracias, por su
mediación, a Dios; donde Germano, teniendo con con él reliquias de todos los apóstoles y
de diferentes mártires, ofreció una oración, y ordenó que la tumba fuese abierta con el fin
de colocar allí los preciosos regalos ". (V. Germ., I, 25.) De este modo podemos decir que
Albanus era conocido y venerado como un mártir c. 429, mientras que el lugar de su
martirio aparece por primera vez en este capítulo del trabajo de Gildas. En la edición del
Martirologio de San Jerónimo, últimamente preparado por De Rossi y Duchesne (por Aa.
Ss., Noviembre, Tom. ii) un códice, el Códice Bern. (c. 770), registra "en Gran Bretaña fue
Albino mártir, junto con otros, 889 en número, colocados en la lista de aquellos cuyos
nombres están escritos en el libro de la vida." Se nos informa en los Prolegómenos de
varios indicios de que el ejemplar del cual este MS. fue copiado había estado en posesión
de, o por escrito por, alguien relacionado con Irlanda. Si es así, nos encontramos que en
889 uno de los primeros ejemplos de la dilatación que las palabras de Gildas fueron
sometidas a manos de escritores posteriores. Su exageración plantea la cuestión de si la
persecución era posible en Britania, ya que pertenecía a la parte del Imperio asignado a
Constancio, como César de Occidente o la Galia. Se ha sostenido que Gildas ha sido
contradicho por Eusebio y Lactancio, quienes son entendidos al afirmar de que
Constancio no tuvo parte en la persecución (Eus, HE, viii, 13, 13: Vita Const, I, 3. 17:.
Lact. De Morte Pers, xv:. Carta de los obispos donatistas a Constantino en Optat de Cisma
Don, i, 22). En su afán de exonerar al padre de Constantino el Grande, se ha considerado
que Eusebio tal vez fue demasiado lejos cuando a que dijo que él no destruyó ninguno de
los edificios de la iglesia, Lactancio afirma expresamente que las iglesias, como simples
paredes que podrían ser restauradas, fueron derruidas por él, pero que él mantuvo
intacto y seguro el verdadero templo de Dios, es decir, el cuerpo humano. Nam
Constancio, ne dissentire un maiorum praeceptis videratur, conventicula, la identificación
est qui parietes restitui poterant, DIRUI passus est; verum autem dei templum, quod est en
hominibus, servavit incolume. Hay que recordar que Constancio era sólo César de los
"lugares más allá de los Alpes", y que no visitó Gran Bretaña hasta el año 306, el año de
su muerte en York. El poder del César era limitado, lo que haría que el nombre de
Maximiano como un perseguidor rabioso, sobre todo después del cuarto edicto de 304, el
nombre más poderoso con muchos gobernadores y magistrados. Constancio estaba
obligado a cumplir con la política de los Augusti en la promulgación de edictos que
llevaban su propio nombre, así como la de ellos. Cuándo por lo tanto, se sabe que muchos
martirios tuvieron lugar en España, aunque ese país pertenecía a Constancio, no es
descabellado suponer que Britania testimonió los mismos sufrimientos, especialmente
antes de 306, cuando él mismo llegó a la isla. Alguna confirmación sobre este punto de
vista es aportado por los numerosos topónimos que empiezan por Merthir o Merthyr,
encontrados en partes de Glamorgan, y más escasamente en Monmouth y Brecon.
[19] Aaron et Iulium Legionum Urbis cives. De estos dos mártires nada se sabe más que lo
que nos es contado aquí por Gildas. Mason, en La persecución de Diocleciano, p. 146, los
llama "dos clérigos de Caerleon", un epíteto cuya verdad no puede ser probada ni
refutada. El Dr. Plummer (vol. II, p. 20) en sus Notas sobre Beda, dice que "la historia de
Aarón y Julio debe ser considerado extremadamente dudosa", y nos remite a Haddan y
Stubbs, i, 6, para su confirmación. Uno encuentra difícil entender por qué esta historia
debe ser puesta en duda. Debió de haber habido una tradición en este sentido en
Caerlleon en el siglo VI, y en el Libro de Llandav encontramos evidencia de la tradición
local que se ha dicho que es incompleta. El Índice de ese libro menciona unos dieciocho
topónimos que empiezan por Merthir (moderno galeses, Merthyr), uno de los cuales es
Merthir lun (Iulli) et Aaron. Un Merthyr significa, como en su original latino Martyrium,
"lugar de mártir o mártires", es decir, una iglesia construida en memoria de un mártir, y
en general sobre su tumba. La palabra se encuentra en el Chronicon de San Jerónimo:
Cuius industria en Hierosol. Martyrium extructum est; es utilizado también por Adamnan
en su De Locis Sacris: entre illam quoque Golgotham basilicam et Martyrium, i, 8. Du Cange
notas a Isidoro, xv, 9: Martyrium, martyrum locus, Graeca derivatione, eo quod in
memoriam martyris sentarse construcción, vel quod Sepulcra sanctorum ibi sunt martyrum
(griego martuyrion). Difícilmente podemos dudar de que un nombre como Merthyr, de
Martyrium, sea tan antiguo como llan o cil, o disert, si no de hecho más antiguo. Esto
inmediatamente lo lleva más allá el siglo VI. Ahora el límite de este merthir particular es:
"El cabezal del dique sobre el Usk, a lo largo del dique a la eminencia de la colina, a lo
largo del dique hasta la fuente de Nant Merthyr, es Amir" (pp 225, 226, 377). Aquí
tenemos un merthyr de Julio y Aarón en los alrededores de Caerlleon. Aquí nos podemos
encontrar con una grave objeción; muchas de las personas cuyos merthyr sobrevivieron
como un topónimo pertenecen a la descendencia mítica de Brychan, muerto, según se
dice, por los "sajones paganos." Estos seres oscuros no pueden alterar el argumento
principal.
[20] Hay una semejanza llamativa entre la manera de Gildas de describir el doble crimen
de Máximo y el lenguaje de Sulpicio Severo en su Vita Martini. Parece imposible que
pudiera ser accidental. San Martín había sido tratado por Máximo con gran respeto;
"aunque invitado reiteradamente a su mesa se ausentó, diciendo que no podía participar
de la mesa qui imperatores unum regno, alterum vita expulisset (VM, 20, 2). Orosio también
describe el doble atrocidad, pero con palabras que no muestran cercana similitud a las de
Gildas: "Ubi Gratianum Augustum incursione subita perterritum dolis circumventum
interfecit, fratremque eius Valentinianum Augustum Italia expulisset "(Hist., vii, 34, 10).
[21] El Escotos vinieron del Noroeste (a circione). Esto encajaría bien con la explicación de
que en este momento no se habían establecido ningunos asentamientos fijos en la tierra
subsecuentemente llamada por ellos Escocia. Hasta el siglo décimo, Scoti o Scotti, y Scotia
o Scottia, significaría para los escritores latinos, respectivamente, irlandeses e Irlanda: en
c. 21 Gildas los llama Grassatores Hiberni. Después de la migración Dalriadica de colonos
irlandeses en Cantyre y en la isla de Islay, hacia el año 502, había escotos "qui Britanniam
habitante", como Beda pudo escribir en el libro I de su Historia; pero en el momento en
que se refiere Gildas cualquier ocupación que podrían haber tenido lugar era simplemente
migratoria. La primera mención de pictos, en el Panegyricus de AD 292, también se hace
referencia a Hibernia. Encontramos una irrupción de escotos y pictos (Scottorum
Pictorumque gentium ferarum Excurso) primero mencionada por Amiano Marcelino, xx
libro, i, I, mientras escribía sobre la actividad de Juliano en la Galia (AD 360). Cuatro
años más tarde, refiere, que los pictos, sajones, escotos, y atacotos, hostigaban el país
(xxvi, 4, 5). No es extraño, por tanto, cuando contingentes de más allá del mar habían
estado por tanto, tanto tiempo, incitando a los bárbaros del norte, que Gildas debe hablar
de gentes transmarinae, no por que fuesen de fuera de Britania, sino por ellos eran
remotos con respecto a los britanos" (HE, i, 12). Plummer dice que se trata de un brillo
muy forzado (Volumen II, página 23.); cf. también las palabras de c. 17, que nos dicen que
fueron conducidos a través de mares por las tropas romanas: trans fugaverunt. El
adverbio, primtim, se ha entendido como implicando que este ataque de los escotos y
pictos, hacia el año 383, fue su primera incursión en Britania. Gildas no es culpable de
un error de este tipo, porque primum debe ser tomado como calcabilis “calificación”.
Previo a la salida de Maximus, llevando el ejército romano con él al continente, los
bárbaros siempre habían encontrado una fuerza romana con quién lidiar con: ahora, "por
primera vez" el país está abierto (calcabilis) para su ataque.
[22] Legio. Máximo cruzó a la Galia en 383, y después del asesinato de Graciano fue
reconocido de mala gana por los emperadores Teodosio y Valentiniano. Cuando
Valentiniano huyó, el usurpador se acercó a Italia, llegando a Aquileia en septiembre u
octubre de 387, y a Roma a principios de 388. Su muerte tuvo lugar en el verano de ese
año, por lo que era imposible para cualquier contingente armado romano el ayudar a los
britanos a repeler a los merodeadores bárbaros antes del 388 o 389. Los "muchos años"
(Multos stupet annos gemitque) de sufrimiento, a los que Gildas alude en el apartado
anterior, se explican por este hecho. Sabemos también que la legión XX, estacionada en
Chester, fue retirada por Estilicón en 402 o 403; y por el De Bella Getico de Claudio. (vv
416-418), que había servido previamente contra los pictos y los escotos. Esta legión pudo,
por lo tanto, haber sido parte de la fuerza empleada en el ataque ya mencionado.
[23] Cespitibus. Dos muros son mencionados por Gildas, uno de césped y otra de piedra.
Adriano (cfr. C 17), cuya política en todas partes parece haber sido una política
precautoria, construyó un muro en 122 d.C., a lo largo de la línea más meridional entre el
Tyne y el Solway. Fue, entonces o después cuando (por Severus?), fue hecho de piedra, y
prácticamente formó la frontera de la provincia. En el 143 d. C la pared de césped
(cespiticius murus) de Antonino Pío se construyó de Clyde a Forth. Ahora el galés "Brut"
de Geoffrey de Monmouth entiende la construcción del muro de piedra mencionado en c.
17 como la reconstrucción de la muralla de Adriano, o, como se le llama allí la pared de
Severus. La pared de tierra, que Gildas de esta sección describe como siendo construida,
puede, por lo tanto, naturalmente, ser considerada como el cespiticius murus de Antonino
Pío reparado o reconstruido. Los romanos ahora conducen a los bárbaros a la línea más
septentrional, y mandando a los britanos a reconstruir la sin duda muralla ruinosa: en
un período posterior (c. 17), ya están satisfechos con una frontera más segura entre el
Tyne y el Solway.
[24] Esta segunda expedición de los romanos contra los escotos y los pictos debe haber
tenido lugar antes del año 407, año en que el tyrannus o usurpador Constantino, dejó a
Britania por la Galia. Estamos en condiciones de ubicar la fecha posible para las dos
expediciones. Ninguna fuerza pudo escatimarse durante los cinco años de reinado de
Máximo (383-388), ni durante las luchas de Constantino (407-411): estamos por lo tanto
limitados a un período de unos dieciocho años 389-407. Las modalidades de la defensa
que se describen en la siguiente sección pueden haber sido los planes y esfuerzos de
Constantino para hacer más segura Britania en su retaguardia. Su partida resultó ser el
abandono definitivo de Britania por el Imperio.
[25] Gurgite moles, cf. Verg. Aen, ii, 427:. Oppositasque evicit gurgite moles.
[26] Romano stigmata: un estigma (sti/gma) era una marca impresa en esclavos y
artesanos, como una marca de propiedad, o para su identificación. Estigmas, hoc est nota
publica, fabricensium brachiis, ad invitationem tironum, infligatur, ut hoc Modo saltem
possint latitantes agnosci. Cod. Theod. X, 22, 4. En el presente pasaje las marcas o
emblemas de poder romano sería los reveses infligidos a los bárbaros, y éstos a su vez
eran visibles en el ejército romano y la marina, como un medio de hacerlos efectivos. Es,
sin embargo, posible que Gildas está usando la palabra, en un sentido que no encontrado
en otro lugar, para los standards romanos. Scholl incluye estigma en su lista de palabras
que sólo se encuentra en Gildas, o que se encuentran muy raramente.
[27] Murum non nut alterum. El muro de Adriano reconstruido en piedra. Nota Vide, p. 34.
Gildas habla de dos muros en construcción, uno de césped, el otro de piedra: de hecho,
las dos paredes habían sido construidas a partir de la primera, el muro de piedra en 122,
el de césped en el año 143, por lo que sus palabras puede implicar más que la reparación
de ellos, aunque las reparaciones necesarias, después de tantos años de abandono y
ruina, deben haber sido extensas en extremo.
[28] NOTA ADICIONAL A CC. 5-7, 13-18.
Gildas en estos capítulos se refiere a la intervención romana ejercida en cuatro ocasiones
diferentes. A menos que condenemos toda la narrativa como confundida y no merecedora
de crédito, bien podemos tratar de encontrar algunos puntos en los que el relato de visitas
romanas coincide con hechos de la historia comprobados. Esta investigación será, creo,
producir algunos resultados no carentes de interés.
1. Recordando que el propósito principal de este trabajo fue llevar a cabo una reforma de la
moral en la Iglesia y el Estado, y que es de hecho un sermón, o un "Tratado para los
Tiempos," hay que reconocer que el escritor no está de ninguna manera obligado a
presentar sus datos en su debido orden de aparición. Aún más se puede decir: no está
obligado a narrar acontecimientos que, debido a su gran importancia para la
configuración de los acontecimientos posteriores, tienen un derecho especial a un
historiador. Él es libre, y de una manera sería sabio, elegir los que tienen una especial
incidencia en el mensaje que trae a la atención de sus lectores. Esto es exactamente lo
que me parece que Gildas ha hecho: de ninguna manera llama él a esto parte de "una
historia"; su intención es simplemente decir "algunas cosas" respetando los puntos
determinados por él, antes de cumplir con su promesa solemne (ante promisum Deo
volente pauca ... dicere conamur).
La primera visita o expedición de los romanos a Britania la ubica él, "después de la
primera paz con los partos." El imperio del mundo había sido ganado, y una paz casi
universal había llegado a establecerse (c. 5). Gildas pudo haber leído el Tercer Libro de
Orosio Historiae, donde encontramos mención similar de una paz Parta (Parthicam pacem
post), seguido de un cese general de la guerra, y la obediencia a la ley romana. Esto fue en
A.C. 20 bajo Augusto, después de que el avance de Tiberio Nerón en Armenia. (Un informe
completo se da en Roma bajo los emperadores, de Merivale, vol. IV, p. 173.) Orosio
relaciona estos eventos con el fin de demostrar que la luz del cristianismo vino al mundo,
al mismo tiempo quodsi etiam, cum imperante Caesare ista proucnerint, en ipso
imperioCaesaris inluxisse ortum en hoc Mundo Domini nostri Jesu Christi liquidissima
probatione manifestum est…, Hist., iii, 5, 8). Gildas también introduce el surgimiento del
cristianismo, pero después de relatar los acontecimientos de dos expediciones romanas a
Gran Bretaña
Ahora, muchos especialistas, concuerdan en estas como las expediciones de Julio César
(BC 55, 54). El Prefacio, por ejemplo, a Hist. Britannica, hablando de la narrativa de
Gildas, dice: "Se puede dividir en dos períodos, el primero se extiende desde la primera
invasión de Gran Bretaña por los romanos a la revuelta de Maximus a fines del siglo IV, y
la segunda de la revuelta de Maxirnus tiempo del propio tiempo". Me resulta muy difícil
aceptar este punto de vista. En ninguna manera puede suponerse cierta confusión en la
mente de Gildas, recordemos que no estaba escribiendo con el interés del historiador en
los hechos como tales, sino con decisión de un reformador de encontrar un propósito
moral en ellos. Él es, sin embargo, definido en ciertos límites que se establece para sí
mismo. "De estos males sólo quiero hacer público los que la isla ha sufrido tanto e
infligido a otros distantes ciudadanos, en los tiempos de los emperadores romanos" (c. 4).
La paz de los partos de la que Orosio habla fue asegurada en tiempos de Augusto,
muchos años después de la muerte de Julio César, por lo tanto, la primera expedición
descrita por Gildas, si es que fue después de esta tregua de los partos y la paz universal
posterior, no puede ser el intento, apenas con éxito, de conquista de Britania por César.
La expedición, de acuerdo con Gildas, fue debido a la terquedad (contumacia) de un
pueblo infiel (populum infidelem), es decir, se trataba de una expedición para castigar no
para conquistar. Tal hecho sólo podría tener lugar "bajo los emperadores romanos"
después de diez años de trabajo en la conquista y asentamiento, durante el reinado de
Claudio (43-53 dC). Las medidas enérgicas bajo los generales de Vespasiano,
"particularmente Agrícola, tenían la intención de avanzar en la ocupación romana,
aunque Agrícola, es bien sabido, tuvo éxito en la mejores resultados permanenetes. Estos,
también, deben preceder a los acontecimientos narrados por Gildas.
Nosotros, por lo tanto, miramos hacia "una paz con los partos", seguido de una
expedición punitiva a Gran Bretaña, y encontramos la precedente en la paz hecha por
Adriano, poco después de la muerte de Trajano, AD 117, el último en la expedición de
Adriano. La política precautoria de Adriano destinada a mantener la paz mediante la
restricción de las operaciones bélicas "Adeptus imperium... Tenendae por orbem terrarum
paci operam intendit." Esto fue dicho por Elio Espartiano, que al mencionar las
dificultades añade: "Britanni sub teneri Romana ditione no poterant." Fue entonces que la
gran muralla del Tyne al Solway fue construida (AD 122). "Bajo Adriano", leemos en la
obra de Mommsen: "Un desastre grave ocurrió aquí, a todas luces un repentino ataque
contra el campamento de Eburacum, y la aniquilación de la legión estacionada allí, la
misma legión GTH que había luchado tanto éxito en el guerra contra Boudicca.
Probablemente esto fue ocasionado, no por una incursión hostil, sino por una revuelta de
las tribus del norte que pasaban como súbditos del imperio, sobre todo la de los
brigantes. Con esto tenemos que conectar el hecho de que el muro de Adriano presenta
un frente hacia el sur como hacia el norte; evidentemente estaba destinado también con
el propósito de mantener a raya el superficialmente sometido norte de Inglaterra (Las
Provincias, i, ISS). Puede que no sea un error concluir que Gildas, con un poco
confundido en la palabra “primera paz de los partos”, haya seleccionado esta instancia, en
primer lugar, para señalar su moral de "males sufridos" por "males infligidos" por un
"pueblo infiel "(AD 122-124).
2. ¿En qué tiempo hay que ubicar la segunda expedición? Por desgracia, esto sólo es
descrito en un lenguaje altamente volátil, casi vacío de todo detalle: ni nombre ni fecha
nos es suministrado. La primera impresión es que se produjo poco después de que las
tropas se habían retirado debido a la pesada carga de su mantenimiento. Si es así,
entonces podemos considerar esta segunda visita de los romanos como la que se hizo bajo
Pío Antonino para castigar renovados conflictos por parte de los brigantes. Para este
momento, la frontera romana se había extendido hacia el norte y se fija, aunque sólo por
un tiempo, por el muro de césped construido entre Clyde y Forth (AD 143). Pero parece
haber sido una perturbación grave de la Britania romana, así como nuevos ataques por
parte de los caledonios y mecios, tanto que Severo tuvo que comandar una expedición en
el año 209, durante las operaciones de las cuales murió en York en 211. Cualquier de
estas dos expediciones de fuerzas romanas encajaría las descripciones dadas por Gildas,
mientras el hecho de que ningún posterior problema de ningún tipo sea mencionado
hasta el finales del siglo IV, puede inclinarnos a decidir en favor de la expedición de
Severo.
3 Hay un largo intervalo del 122 o 209 al 383, del cual ni una palabra es dicha por
Gildas. Luego introduce a Máximo, los "tyrannus" o usurpadores, y hace su primera
mención de las incursiones de pillaje de los pictos y los escotos. Sin embargo, creo que
una buena razón de este silencio no es difícil de encontrar. Ha alcanzado muchos y tan
incomunes que este historiographus, como es llamado por los escritores medievales, no
haya dicho una palabra sobre Constancio Cloro y su hijo Constantino embarcando juntos
de Boulogne en 306, con el propósito de hacer retroceder a los pictos y los escoceses, ni
de las espléndidas hazañas de Constantino en la guerra contra ellos. Hubo una más
terrible incursión de estos bárbaros, ayudados por el atacotos, cerca del 368, cuando los
francos y sajones también hostigaron la costa gala contrario, saqueando y quemando y
asesinando a los prisioneros. * Sin embargo, Gildas no hace mención de esto, o del
exitoso ataque hecho contra ellos por Teodosio, padre de Teodosio el Grande, ni nada
dicho al respecto de la reconstrucción de las ciudades en ruinas y puestos militares,
efectuado por él en ese año (Amm. Marcell., xxviii, 3).
Si Gildas, hubiese escrito como un historiador, serían censurables esas graves omisiones,
como el caso de esta, pero su motivo y plan son diferentes. De esa forma no podemos
preguntarnos por qué pasó por alto ciertos acontecimientos importantes, que no
muestran a los britanos como un pueblo culpable, sufriendo a causa de sus malos actos.
En 306 y 368, los británicos eran súbditos romanos fieles, que de ninguna manera
podrían haber contribuido a las calamidades del imperio. Fue otra cosa en el 383. ¿No fue
Britania por sí misma que había enviado por el usurpador Máximo? Tal es la opinión que
Gildas toma, y, por otra parte, su acción en despojar a Britania de las tropas romanas,
por primera vez después del asentamiento de Agrícola, dejó la isla desprotegida ante las
expediciones de saqueo de las tribus bárbaras. Por estas razones, una explicación más
detallada se da tanto del mismo Maximus y de la reciente incursión que siguió a su
abandono de la isla, que de las dos primeras expediciones contra la revuelta británica.
Que la usurpación de Máximo podría fijarse al encargo de la propia Inglaterra, como
Gildas lo representa, no encuentra un apoyo insignificante en algunos escritores
antiguos. Orosio describe a los tyrannus como hombres de carácter fuerte y probidad,
dignos de ser Augustus, pero hechos emperadores contra su voluntad (en Britannia
Invitus creatus propemodum ab exercitu imperator, Hist., Vii, 34.) Zósimo se fija en la
impopularidad de Graciano en ese tiempo entre la soldadesca, debido al favor mostrado
por él a los alanos bárbaros (Hist. Nova, iv, 35). "Es posible que él (Maximus) fuera más
bien el instrumento que el autor del motín" (Italia y sus invasores, de Hodgkin, i, 401).
Esto es exactamente la implicación del lenguaje de Gildas: non legitime, sed ritu tyrannico
et tumtdtu ante initiatum milite, Maximun mittit (Britannia).
Maximus cruzó hacia la Galia, llevándose con él la mayor parte de tres legiones: con éstos
y las fuerzas que se unieron a él en el continente, fue capaz de pronto a hacerse dueño de
casi toda Europa y el oeste de Italia.
Las siguientes palabras de Gildas, que describen esta evolución, muestran que él estaba
escribiendo esta parte también de su narración con una sólida comprensión de los
hechos reales de la época.
Él da protagonismo a la astucia (Callida ars), al perjurio y mentira, por parte de Máximo,
que las características desamables de su carácter están ampliamente atestiguadas por los
escritores de los siglos cuarto y quinto. Sócrates describe el engaño por el cual el joven
emperador Graciano fue capturado y asesinado (... HE, v, 11); Sozomeno habla de el
pretexto especioso que, él adelantó, "no iba a permitir innovación alguna para ser
introducida con respecto a la fe nacional y el orden de la iglesia." Sr. Hodgkin, al narrar el
encuentro de los dos ejércitos, el de Máximo y Merobaudes, consejero y general de
Graciano, añade: "Durante cinco días hubo escaramuzas leves e indecisas, pero durante
todo este tiempo Maximus y su mano derecha, Andragathius, el comandante de la
caballería, manipulaban la fidelidad de las tropas de Graciano". Más tarde, cuando
Teodosio estaba haciendo sus preparativos para suprimirlo, ayudado por los godos
Focdorati, el hombre de quien Gildas habla con reprobación sincera, es así descrito por el
mismo historiador: "De hecho, Máximo, cuya sola idea de la estrategia parece haber sido
para sobornar a los soldados de su oponente, había entrado realmente en negociaciones
con algunos de los bárbaros, ofreciéndoles grandes sumas de dinero si traicionarían su
amo "(Italia y sus Invasores, i, 403, 465). Gildas fija nuestra atención sobre Maximus
porque a través de él, la segunda etapa de "los males sufridos" por Britania, comienza en
una forma altamente agravada. Pero él pudo haber sentido también que este usurpador,
en cuya usurpación Bretaña tenía una participación culpable, había sido una prominente
figura en la historia. Ambrosio de Milán da cuenta de dos embajadas a él, en la que el
astuto Maximus encuentra el gran obispo demasiado astuto para él; de él habla de los
escritos de Zósimo, de los historiadores eclesiásticos Sócrates y Sozomeno, de Jerónimo,
Agustín, Orosio y Sulpicio Severo, y probablemente otros, además de varias Chronica y
Annales. Después de llegar a Italia en 387, y a la propia Roma a principios de 388, la
energía de Teodosio el Grande lleva su carrera a su fin; fue capturado y condenado a
muerte "en el tercer hito de Aquileia" el 28 de agosto (Prospero Tiro, Chron., y Sócrates,
HE, v, 14).
Es sólo ahora, por primera vez, que Gildas menciona a los pictos y los escoctos, viejos
enemigos como habían sido, porque Britania era culpable del viejo pecado de infidelidad,
y en segundo lugar, porque hasta entonces los bárbaros no habían encontrado las partes
civilizadas de la isla vacías de guarniciones adecuadas para obstruir su camino. Fue la
mejor oportunidad para las incursiones-saqueos tierra adentro.
4. Dos expediciones romanas son mencionados por Gildas como teniendo lugar después
de que Maximus hubiera llevado las fuerzas necesarias para la defensa de la Galia. El
breve relato anterior nos ayudará a encontrar el terminus a quo para el tiempo en que
éstos hechos tuvieron lugar. La posición de Maximus, aunque fuerte, hizo imposible para
él disponer de ninguna de las antiguas guarniciones, mucho menos de otras fuerzas, para
salir al campo en Britania contra los escotos y los pictos. Se puede concluir, por tanto,
que ninguna expedición pudo haber venir hasta que Teodosio reorganizó de nuevo el
imperio. Esto nos lleva al año 389. Es posible también fijar un terminus ad quem.
En los últimos días de diciembre de 406, los vándalos y los alanos cruzaron el Rin en un
furioso ataque sobre las ricas provincias de la Galia (wandali et Halani Gallias trajecto
Rheno ingressi II k. (Enero) Prosper Tiro, MGH, ix, p. 465). En consecuencia, una gran
insatisfacción, surgió en Britania, donde muchos destacamentos galos servían, y movidos
por el temor a un colapso general del imperio, procedieron a nombrar un nuevo
emperador. Después de evaluar a varios, eventualmente se fijan en uno que tenía el noble
nombre de Constantino,… Sozomo, HE, ix, II.; vide Oros., vii, 40.
"Después de haber perpetrado demasiados asesinatos, ellos, los vándalos, alanos y
Suabos ---- se convirtieron en objeto de temor incluso a los ejércitos que servían en
Britania, y por el miedo de un ataque en contra ellos, procedieron a la elección de tiranos
tales como Marcus y Graciano, y después de estos Constantino "(Zósimo, vi, 3, i). Sobre
este acto, el Sr. Hodgkin, en el primer volumen de Italia y sus invasores, p. 740, observa
que: "Cuando los vasallos de un rey constitucional cambian un ministerio, los súbditos de
un emperador electo derriban a la dinastía." El ejército descontento de Britania fue
llevado a Galia en el año 407 por Constantino, el tercer tyrannus, de cuyos hechos un
informe completo por el Dr. Freeman se encuentra en el English Historical Review, 1886,
en su artículo sobre "Los tiranos de Britania, Galia y España ", o en el trabajo arriba
mencionado del Sr. Hodgkin. En ningún momento, por lo tanto, en el año 407, o
posteriormente, pudo un destacamento de fuerzas romanas ser enviado a Britania, ya que
la usurpación de Constantino, con sus cuatro años de poder sobre la Prefectura de las
Galias, fue el comienzo del abandono final. "No fue Britania, quien renunció a Roma, sino
Roma quien renunció a Britania." Hacia el año 446, sabemos por Gildas, que casi ya no
quedan ninguna de las antiguas familias romanas que en la isla.
Entre 383 y 389, como se ha dicho, ningún socorro por parte del imperio pudo haber sido
enviado a Britania; del año 388-9 en adelante el orden y la autoridad fueron restablecidos
en Occidente por Teodosio el Grande, y así continuó hasta el 406 o 407. Esto es, por lo
tanto, el intervalo durante el cual las dos expediciones mencionadas por Gildas deben
haber tenido lugar, es decir, un período de unos dieciocho años (AD 389-407). Sería
natural que Teodosio, mientras que la reorganizaba Italia y la Prefectura de las Galias, y
después de la derrota y ejecución de Maximus, no debería de haber retrasado el envío de
socorro a Britania. Ciertamente, es difícil encontrar pruebas definitivas de dicha ayuda.
Sócrates menciona a Crisanto, un obispo Novaciano en Constantinopla, que fue elevado al
episcopado en contra de su voluntad. Su trabajo como obispo comenzó en 407, pero antes
de eso él había varios cargos en oficinas públicas en el palacio, y después de haber sido
elevado a rango consular en Italia, fue nombrado por Teodosio el Grande, Vicario de
Britania. En las tareas de este cargo que se defendió bien (HE, VII, 12). Es muy posible
que en él tenemos a uno de los hombres empleados por Teodosio en deshacer los estragos
causados por Maximus en Gran Bretaña, que sería repeler a los bárbaros. Teodosio murió
en el año 395, y desde ese momento hasta su muerte en 408, Estilicón fue realmente,
aunque no nominalmente, el gobernante de Occidente. Un verso de Claudiano ha
conservado muchos detalles respecto a este valiente soldado y gran ministro de Honorio, y
como los poemas no se extienden más allá del año 404, la mención frecuente de Britania
que se encuentra en ellos deben referirse a acontecimientos anteriores a esa fecha. Éstas
se pueden leer en el Man Hist. Brit., XCVII, xcviii, por lo tanto sólo citaré lo siguiente del
poema de la guerra gótica (De Bella Getico, AD 402 o 403):
"Venit et extremis legio praetenta Britannis
Quae Scoto Truci frenillos dat, notatas ferroque
Pertegit exsangues Picto Moriente figuras ".
Tenemos, por tanto, una clara evidencia de que se tomaron medidas para reprimir a los
bárbaros del Norte tras la muerte de Máximo, y antes de 402. Estoy tentado más que
añadir la siguiente traducción pintoresca hecha por Speed en su Great Britaine, del
poema: "En el primer consulado de Estilicón", del año 400. Britania le hace decir a
Estilicón.
" When Seas did foame with strokes of Oares,
That beat the billowes backe,
His force effecting with his cares,
Prevented still my wracke:
He bade me fear no forraine powers,
That Picts or Scots could make,
Nor of the Saxons that on Seas,
Uncertaine courses take."
La referencia a los pictos y los escotos hecha por Claudiano puede ser retrasada unos
años, incluso hasta el c. 400. Sin embargo, carece de importancia tratar de precisar un
año exacto. Encontramos pruebas de que esa ayuda fue enviada realmente a Britania por
el Imperio en esa misma época. Gildas es de esta manera es vindicado en cuanto a la
autenticidad de los hechos que narra, aunque su modo de describirlos sin duda puede
estar todavía abierto a discusión. Ha sido acusado de confuso, porque los historiadores
han buscado en su narrativa lo que no tenía pensado narrar. Por ejemplo, se supone que
en c. 17 que estaba describiendo los éxitos de Teodosio (Senior), que tuvo lugar en el año
368; pero porque Gildas sitúa los acontecimientos de ese capítulo subsecuentemente a la
usurpación de Máximo (383-388), su obra fue arrojada a un lado con una cierta cantidad
de desprecio.
5. La tercera apelación a Roma se hizo, según él, en el momento de Aecio fue cónsul en
446, pero fue por necesidad infructuosa. El Imperio se estaba hundiendo. Sí, sin
embargo, las opiniones formuladas en esta nota son correctas, o aproximadamente
correctas, nos ayudarán a comprender más adelante su euforia que, por fin, la victoria
sobre los viejos enemigos llegó a los britanos ", por primera vez después de muchos años:
primum por multos annos? Estas "muchos años", como hemos visto, datarían a más tardar
a partir de la elevación de Constantino en 407. La última ayuda prestada por Roma fue la
carta vacía de Honorio, enviada a los britanos aproximadamente en el 410, "que las
ciudades deben cuidar de sí mismos. "... (Zósimo, vi, 10, 2).
El siguiente y último desastre vino por el deliberada admisión de los sajones en la isla.
[Notas al pie de la nota adicional]
* Las palabras de Amiano Marcelino, Xxvii, 5, 8, se han entendido generalmente como si
los francos y sajones fueron haciendo estragos en la misma Britania, junto con las
naciones del norte. ¿Pero no debemos entender Gallicanos vero tracto Franci et Saxones
isdem… confines violabant, en el sentido en que se toma arriba?
+ San Ambrosio recuerda Máximo, en la segunda embajada, del proyecto de entrar en
Italia ", seguido de batallones de bárbaros" (barbarorum stipatus agminibus. Ep 24).
++ Es interesante recordar, una vez más, que la legión XX Valeria Victrix, establecida
hasta ahora en Chester, fu llamada al continente por Estilicón sobre el 402; pero el poema
de Claudiano, De Bello Getico, prueba que tenía, antes de su retirada, sirvió contra los
pictos y los escotos, como antes se había hecho, en tiempos de Adriano y Pío, así como en
las expediciones de Severo, habían sido parte del mismo trabajo (vid. Mommsen Das
Römische Heer en Britannien, s. 27). [
29] Curucus o Curuca. Irlandés, curach; galés, corwc; Galés moderno, corwg, corwgl,
cwrwgl, de donde proviene coracle en inglés. En la Vida de Columba de Adamnan, leemos
que la madera para la construcción debía ser transportada desde el otro lado del mar en
barcos (scaphis) y cwrwgs (curucis). El término, aunque originalmente denota, como
ahora, en Gales, un esquife de ramitas de mimbre cubierto con piel de buey, debe ser
tomado como también como la rudimentaria nave celta. El Mártir. Dungall. Aa. Ss. Mart.,
Iii, p. 268 B, dice: "en aquellas partes había en ese momento (siglo VI) un modo de
navegar por el usando las ramas de mimbre cubierto con piel de buey, que fue llamado en
la lengua irlandesa (lingua Scotica) currach." Pero la curaci, utilizado por Columba y sus
amigos, tenían velas de navegación y aparejos (rudentes). En: Adamnan, Vita Columbae, ii,
45, edición de Reeves., Pp. 176, 177.
[30] Agitius. Gildas parece haber tenido acceso a una copia de la carta actual enviada,
pero o él o los britanos cometieron un error en el nombre del cónsul. Este es
generalmente considerado como Aecio; y algunas ediciones continentales de Gildas, por
ejemplo, la Bibl. P.P. París, podemos leer Aetium, y Aetio aquí. Aecio fue cónsul por tercera
vez, junto con Símaco, en el año 466; sus otros consulados fueron en 432 y 437. De 433 a
450, que ejerció el control supremo sobre los asuntos del Imperio de Occidente, bajo
Placidia y Valentiniano. El tono abyecto de la carta a él está en consonancia con los
tiempos: su redacción florida no es extraña.
[31] El Dr. Wendland, el co-editor con el Dr. Leopold Cohn de la edición de Philo que ahora
se publica en Berlín, en la que se refiere a lo siguiente como el "enfoque más cercano a
Gildas 'cita de Filón, pero añade que no hay versión latina que se conosca de la Vita Mosis
(Carta al Dr. Mommsen. Ver su edición, p. 6). Philo vita Mosis I, 31, p. 108.
[32] Es imposible decir qué cantidad de un hecho cierto que puede haber en esta
descripción de la prosperidad y la decadencia moral. Aunque el estilo que nos hace
sospechar, sin embargo, como los años de abundancia fueron posteriores a 446, los
ancianos de la infancia y la juventud Gildas 'debe haber movido en la tradición viva.
[33] Superbo Tyranno. El rey nativo es llamado tyrannus, porque la única autoridad
legítima, la de Roma, estaba ausente. Procopio, quien fue un contemporáneo más joven de
Gildas, relata que después de la muerte del tirano Constantino (AD 411), "los romanos ya
no eran capaces de salvar a Britania, pero se mantuvo desde ese tiempo continuamente
bajo tiranos" En El Codex A se lee tyranno Uortigerno, y X Tyranno Gurthigerno
Britannorum Duce (dando así su forma posterior al nombre, en la misma forma que
Guenedotia toma el lugar de Venedotia), y las palabras aparecen en la edición de Gale en
base a los MS más recientes. El nombre puede haberse colado en el MS. de Gildas de la
Historia Britonum de Nennius, o tal vez de Beda (HE, i, 14), quién escribe, placuitque
ómnibus cum suo rege Uortigerno, y en la Cronica, Vertigerno. En casi todo el MSS. de
Nennius aparece con la forma tardía, Guorthigernus, que en galés se convierte Gwrtheyrn.
Que Gildas no ignora de las anteriores incursiones depredadoras de los sajones (como lo
atestigua Amiano Marcelino, y por el temprano título "Conde de la orilla sajona"), se
desprende de las palabras ", quienes en su ausencia ellos temían más que la muerte. Los
hombres no son temidos en su ausencia, sino por las anteriores relaciones infelices, de
modo que los británicos deben haber tenido la experiencia de los sajones odiados en
ocasiones anteriores a este pacto alcanzado con ellos. La misma conclusión puede
extraerse de la sentencia de c. 18: "Ellos construyen torres en la costa sur, donde los
barcos se fondean porque desde ese lado también se temía la llegada de las salvajes fieras
bárbaras." Estos podrían ser otros que los sajones. Zimmer me parece totalmente
equivocado al concluir que la tradición británica, c. 540, nada sabía de una presencia
anterior de los sajones en Britania: (. Nennius vindic, 190) "von einer fruheren
Anwesenheit derselben en Brittanien nichts absolut sie weiss"
No hay nada de particular en la narrativa de Gildas para fijar la fecha de esta venida de
los sajones, por invitación de los británicos. No puede, sin embargo, mucho después del
tiempo, con claridad aportado por el tercer consulado de Aecio (Agitio ter consuli, c. 20).
Este fue el año 446, las fechas aproximadas dadas por Beda parecen derivarse de él, a
pesar de que conecta el momento del asentamiento de los sajones con ciertos eventos
imperiales. Una nota completa del Editor de M. H. B., p. 120, recoge las diferentes fechas
asignadas por Beda. Son, 452 en la Chronica, 449 en la Historia (5, 15; v. 24), 447
implicado en i, 23, y v. 23; otras partes sugieren 448. La Crónica, sin embargo, no fija la
fecha para un año determinado, y el adverbio circiter se añade en los otros lugares.
Sabemos por Gildas todo lo que Beda sabía. Hacia el 446 los britanos consiguieron la
victoria que hace a Grassatores Hiberni a huir hacia su hogar, pero sólo para regresar no
mucho tiempo después (post no longuin temporis reversuri); para repeler a ese retorno,
los sajones son invitados a venir, y podemos estar satisfechos de que ninguna fecha más
cercana haya sido encontrada que la de c. 447. La Crónica Gálica del año 511 (impresa en
M. Germania:. Hist, vol ix, p 660..), Frente a AD 441-442, dice: Brittaniae usque ad hoc
tempus variis cladibus eventibusque latae en dicionem Saxonum rediguntur. (Mommsen
conjetura: late vexatae). Es difícil conciliar esta diferencia de cinco años, a menos que se
considerarse una invasión sajona de ese tiempo como una (tal vez la peor) de las que
habían hecho los británicos temer a los sajones "más que la muerte."
La Historia Britonum sigue una tradición diferente: es el sentido de que los tres barcos que
trajeron Horsa y Hengist vinieron como los barcos de exiliados (expulsae en exilio). Cyulis
o ciulis, ya que la palabra está en X, debe ser la misma que quilla en inglés. Geoffrey de
Monmouth la cambia en: tres celoces, quas longas naues dicimus; en el galés, Deir llog
Hirion. Prolixiorem Catastam, cf. c. 109: rectius ut erat ad carrera em vel catastam
poenalem quam ad sacerdotium traheremini, donde Catasta debe significar un andamio
como los usados para el castigo de los criminales. En este pasaje la palabra classis,
“flota”, es sustituida por Beda por: mittitur confestim classis prolixior.
[34] En la primera revisión de San Jeróimo del antiguo Salterio latino, hecha en el 383, y
llamado Psalterium Romanum, traduce, como aquí lo hace Gildas, coinquinarunt (... en
LXX). Pero en el segundo, el Psalterium Gallicum de AD 392, conservado en la Vulgata,
pone polluerunt, que es la prestación de... en la cita anterior. En los capítulos 30, 104,
tenemos más indicios de que Gildas utilizó un viejo salterio, probablemente más antiguo
que cualquier revisión de la latina hecha por Jerónimo.
[35] O, con puerta elevada.
[36] Nonnulli .... alii .... alii. . . alii. Gildas describe el destino de sus compatriotas en esta
lucha, (1) Muchos murieron en el acto; (2) otros fueron reducidos a la esclavitud de por
vida; (3) otros se refugiaron en lugares más allá del mar; (4) otros se dirigieron a los
distritos montañosos y las escarpadas costas marítimas. Estas últimas son los reliquiae,
el remanente, que antes del tiempo del propio tiempo Gildas 'tenían, con la asistencia de
sus compatriotas británicos (cives) lograron arrebatar de nuevo varias ciudades y distritos
de manos del terrible enemigo. Dos notables éxitos llegaron en momentos en que una
parte considerable de los sajones había regresado a sus propios asentamientos. El
primero ocurrió bajo la el gobierno de Ambrosio Aureliano; el segundo vino por el asedio y
victoria de la colina de Badon; ambos superaron toda expectativa o esperanza por parte
de los britanos. En el momento en Gildas escribió, había muchas personas vivas que
habían sido testigos oculares de los dos eventos, que no podían, él comenta, dejar de
mencionarlos frecuente. Él mismo nació en el mismo año de la última victoria, a,
cuarenta y tres años y un mes después del tiempo en que Gildas escribió; pero el éxito al
que el mando de Ambrosio Aureliano condujo, sucedió no mucho tiempo e antes de eso,
ya que cabe dentro de la memoria de una vida. Si tomamos el año de nacimiento de
Gildas como el 500, entonces la batalla de la colina de Badon debió tener lugar circa del.
456-7, y los victorias de Ambrosio Aureliano hacia el 450 D C.
[37] Transmarinas petebant regiones. Gildas con estas palabras ciertamente implica que
hubo una emigración de una parte considerable de los británicos de esta isla al
continente. Él ya ha dado a entender lo mismo en c. 4, donde se nos dice que su
información no se deriva de fuentes autóctonas, sino de las continentales. Lo que podría
haber existido de los primeros documentos, dice, bien pudieron ser quemados por el
enemigo, o llevados lejos por la flota que llevó a sus compatriotas al exilio. Este fue el
comienzo de Bretaña, o Armórica, pero la emigración continuó lejos hasta el siglo
séptimo. Otro punto de vista, sostenido por muchos, tal vez basado en las palabras del Dr.
Freeman: "Aquí la población anterior a la romana aún conserva su lengua celta, y fue
reforzada por la colonia de Britania, de la cual la tierra tomó su nombre después, siendo
la Pequeña Bretaña, o Bretanña" (Hist. Geogr. de Europa,. p 93). Autores franceses,
especialmente especialistas en los celtas de Francia, tienen una opinión muy diferente. M.
Loth, por ejemplo, en su exhaustiva Historia de la migración británica en Armorica. así se
añade a las conclusiones de M. de Courson: "En todos los lugares donde no se han
establecido los británicos insulares, los nombres de lugares son galo-romanos, los
nombres de las personas son latín o germánicos. Las zonas de Rennes y el de Nantes…
son de este tipo. La vieja Vannetais, incluso, hacia el final del siglo V, presenta el mismo
carácter. El tirano de Vannes, en la Vida de San Melanio, lleva el nombre de Eusebio, su
hija Aspasia, y la "villa" en el que resida, Prima Villa. En todas partes, por el contrario,
donde se establecen los britanos, los nombres de los hombres y de lugares presentan un
carácter celta. Los nombres son los mismos que en Gales y Cornualles.; los toponímicos
son precedidos generalmente por un prefijo britano, como en la isla; tref (aldea), ploi,
plou, pleu plo (plebe = galés plwyf, lo que significando en un principio una congregación,
despues un distrito habitado por la congregación de una iglesia determinada); caer (un
lugar fortificado, o simplemente, un pueblo); llan (un monasterio, en generalmente, o, una
iglesia), etc. Las terminaciones son igualmente distintas. Los britanos no derivan,
nombres de lugares en -acum -ac), de nombres de personas, una forma muy frecuente en
el país galo-romano. En una palabra, en toda la zona ocupada por los inmigrantes, todo
se transforma, todo es celta (Brito-celta): estamos en Britania; en Rennes y Nantes
estamos en Romania "(Pág. 84). Esta consideración del hecho de que un pueblo Britoceltas se encuentra asentada en la península que forma la extremidad de la" tracto
armoricanus", hacia la mitad de la siglo sexto, es ampliada por M. Loth da cuenta en
detalle las características especiales de los diferentes idiomas celtas, que hacen imposible
para nosotros consideramos al pueblo de Bretaña como una parte de los antiguos
habitantes celtas de la Galia que sobreviven allí: la referencia se hace al uso de Britannia,
etc., por Gregorio de Tours en la Historia Francorum, a las vidas de antiguos Santos, que
describen su cruce desde de la Gran Britania a la (Britannia Menor) con multitud de
compañeros, y a un gran volumen de datos históricos en cronistas antiguos y poesía
Tomando todas las cosas, una serie de líneas convergen sobre un hecho: que desde
alrededor del año 500 al 590 se produjo una fuerte corriente de migración al continente.
Había, probablemente, comenzado antes, y siguió adelante, pero durante toda la vida útil
de Gildas hubo períodos de migración. Dos de sus antiguos condiscípulos, Sansón y
Pablo Aureliano, dejaron su tierra natal y se establecieron en Bretaña. (Vid. L'Emigración
bretona en Armorique, por J. Loth. 1883).
[38] Domum: esto sólo puede significar el lugar que se les asigna por tratados en Britania,
y no su hogar original en el Continente. La sentencia, por lo tanto, implica un reflujo en la
inundación de la conquista Sajona.
[39] Verg. Aen. ix. 24.
[40] Ambrosio Aureliano. Ambrosio Aureliano ha llegado a ser conocido en la literatura
galesa como Emrys Wledig, o, como la Historia Britonum lo nombra, Embreis Guletic.
Según Gildas, él es (1) un Romanus, un miembro de una de las pocas familias
aristocráticas que quedan en Britania; (2) sus antepasados habían vestido la púrpura
imperial: él pudo haber sido un descendiente de algunos de los tyrannus que habían
asumido el título de Augusto en Britania; (3) que era un modestus vir, lo que implica la
bondad en su disposición y con modales sin pretensiones: la mención de esta cualidad va
demuestra que la información había llegado a Gildas de alguien que conoció
personalmente al líder victorioso; (4) sus descendientes, nietos, probablemente, eran
conocidos íntimos de Gildas. Ussher (Antigüedades, vol. V, c. XIII, p. 513) ha llamado la
atención sobre la falsa lectura indutus por indutis, que introdujo la primera edición de
Polidoro Veirgilio. De esta manera el propio Ambrosio Aureliano asumió el poder imperial
"para la lucha" (collisioni por collisione) contra los sajones. Pero, aunque un códice A, dice
indutus, la forma en que Beda parafrasea a Gildas muestra claramente que él debe haber
leído indutis: occisis en eadem parentibus regium nomen et insigne ferentibus. H.E., i, 16.
Con Beda acuerda la Historia Britonum de Nenio, que hace decir a Ambrosio que su padre
era de rango consular (c. 42). La versión irlandesa de Nenio añade una interpretación de
Guletic, en latín, en el sentido de rey de los britanos (rex Britonum). Maximus también es
tambien llamado Maxim Guletic (Archiv fur Celt. Lexicogr., I., S. 206), pero, en el caso de
ambos, su implicación parece ser la de un comandante. Geoffrey de Monmouth
absurdamente hace de él el hijo del tyrannus Constantino, a quien representa como rey de
Britania, junto con Constans el monje y Uthur ben dragón: "Ac o wreic Honno y bu idaw
tri meib Sef OED y rei hynny, Constans ac. Emrys Wledic ac Uthur ben dragón "(Brut., p.
126). Parece que tenemos aquí una reminiscencia de tanto Gildas como de Orosio. En
Gildas, Geoffrey descubrió que la familia de Ambrosio había llevado, el púrpura, que bien
puede significar que él era descendiente de una de las muchas tyrannios que habían
asumido el título de Augusto en Gran Bretaña. Orosio, por otro lado, proporciona los
novelistas con un padre para Ambrosius en la persona del tyrannus Constantino. Tenía
un hijo Constans, que de ser un monje se convirtió en un César, pero este hijo murió en
Hispania en el año 412, y el propio Constantino en el año anterior. [Adversus hos
Constantinus constante em filium suum ---- pro dolor! ---- Ex monacho Caesarem factum ---en misit Hispania ---- Oros. Hist., Vii, 40, 7.] Sin embargo, según el relato de Geoffrey,
Emrys y Uthur deben haber sido hombres entrados en años mucho antes que Constans
dejara su monasterio, es decir, mucho antes de 411, ¡sin embargo, el anterior vivió para
conquistar los sajones hacia el año 450! Esto es aún peor si caemos en el error de tomar
al Constantino de Geoffrey, como él mismo indica, como Constantino el Grande.
[41] Ad annum obsessionis Badonici Montis. Desde la publicación de trabajos del Dr.
Guest ("Origines Celticae", 1883), las conclusiones a las que llega respetando la ubicación
del monte Badónico han sido muy generalmente aceptadas. Tratando sobre "Los
asentamientos tempranos en el sur de Britania", sostiene que el Monte Badon o Badon
Hill no es el Bath, sino Badbury, en Dorset. "Su ubicación elevada, su gran fortaleza y
evidente importancia, y su nombre, todos por igual a favorecen la hipótesis" (vol. II, p.
189). Su hipótesis fue aceptada por Freeman y Green. Pero es extremadamente difícil
estar de acuerdo con ella, y debe, ser dejada de lado por la opinión más antigua. No había
necesidad de un sitio muy elevado para construir una fortaleza, mientras que las
proximidades de Bath suministrarían colinas aptas para tal fin. Por otra parte, la propia
similitud del sonido en Bad-bury y Bad-on-icus es en sí misma algo para despertar
sospechas en lugar de sugerir inferencia del Dr. Guest. El nombre de Mons Badonis se
encuentra en la Historia Britonum de Nenio como el lugar donde la "duodécimo batalla" se
libró bajo Arturo. Los Annales Cambriae ubican Bellum Badonis frente la dudosa fecha de
(AD 516); un fragmento publicado en el Brut de Llyfr Coch o Hergest, habla de la "batalla
de Badwn" (giveith Badwn) p. 404, mientras que otras partes del Brut mencionan Kaer
Vadon, y una vez se menciona a Esgob Bad. En todos estos lugares, no puede haber duda
de que el significado es Bath, como en "capitulum LXVIII" de la Historia Britonum (p 130
ed. de Mommsen); De stagno calido, en quo balnea sunt Badonis (baños de Badon)
secundum uniuscuiusque voti desiderium. Cf. Camden, Britannia, Somersetshire, p. 70 (ed.
De 1645).
[42] Quique quadragesimus quartus.... Ha habido mucha controversia en cuanto al
significado de estas palabras. Beda las traduce como, cuarenta y cuatro años después de
la llegada de los sajones a Britania: Quadragesimo circiter et quarto anno adventus eorum
en Britanniam. M. de la Borderie, en un artículo publicado en Revue Celtique, vi, 1-13,
sostiene que la traducción de Beda es la verdadera, y de esta manera llega a la conclusión
de que la fecha asignada al asedio de Badon Hill en los Annales Cambriae es incorrecta.
Ciertamente el 516 no puede ser la fecha de la batalla por varias razones; la entrada en el
Annales Cambriae tiene toda la apariencia de un prestamo erróneo de Nennio, c. 56, del
asunto que no se encuentran en la traducción de Irlandesa, y extremadamente legendario
en carácter. Descartando la fecha 516, M. de la Borderie llega a 493 como la fecha de la
batalla, de la que qué, él sostiene, Beda dedujo de Gildas, entendiendo correctamente sus
palabras para transmitir el significado de cuarenta y cuatro años después del
establecimiento de los sajones. Pero el estudioso francés inserta las palabras adventus
eorum in Britanniam antes de ut novi. En la nota sobre Ambrosio Aureliano hemos tenido
un ejemplo de la forma en que Beda mezcla citas literales de Gildas con sus propias
palabras, interpretando el último significado en mejores palabras o frases. Como no hay
autoría de esta inserción en el MS. M. de la Borderie, parece mucho mejor considerar las
palabras Adventus eorum en Britanniam como la interpretación de Beda sobre Gildas.
Ussher (vol. V, Pág. 544) sostiene que Beda ha malinterpretado las palabras de Gildas, y
da la siguiente paráfrasis el pasaje: perinde ac si dixisset, a clade Badonica
quadragesimum quartum tunc (tempore quo scripta ab eo ista sunt) numerari cepisse
annum; unico quippe anni illius mense adhuc elapso; idque ex sua ipsius aetate se novisse.
Como si hubiera dicho que a partir de la derrota infligida en Badon, el año cuarenta y
cuatro tendría que (en el tiempo que él escribió) empezar a ser contado; un mes de hecho,
de ese año se había perdido, y esto lo sabía por su propia edad". Mommsen piensa que el
pasaje difícilmente puede ser entendido, y, aunque de mala gana, propone, una enmienda
de la misma. La dificultad, piensa él, se encuentra en la extraña ut novi, pero si la frase se
lee: quique quartus quadragesimus [est ab eo qui] orditur annus Mense iam emenso uno, qui
et meae nativitatis est, entonces el significado es perfectamente claro. (Man. Germ. Hist.,
Iii,. P 8.) Cuando pensamos en las muchas frases escuálidas y complicadas que Gildas
suele escribir, no nos sorprendemos con el novi ut, que el recuerdo de su propia edad
forzada a una prominencia indebida antes de su mente: insertándolo entre paréntesis la
frase es tolerablemente fácil, y sólo puede dar el significado deducida por Ussher, y
favorecido por Mommsen. de [43] La descripción dada aquí de las atrocidades perpetradas
en esta invasión es tan definida en detalles que debe haber llegado a Gildas de testigos
oculares. Él mismo vio las ciudades en ruinas, desertae dirutaeque hactenus squalent
(capítulo 26).
[44] Este pasaje menciona dos generaciones. En primer lugar, estaban los hombres que
habían sido testigos de los desastres sufridos a causa de los sajones y habían sobrevivido
para disfrutar de un momento de tranquilidad en una vida vacía de reproches.
Segundamente, después de que los primeros hubieran fallecido, vino una generación de
hombres que, como Gildas, habían experimentado únicamente de un período de no
agresiones por parte de enemigos externos. Es el deterioro de esto lo que él lamenta en el
presente trabajo. Pero están también los pocos selectos, tan pocos que incluso la madre
venerable, la iglesia, apenas los conoce como sus verdaderos hijos. ¿Quiénes son ellos?
Para responder plenamente a esta pregunta debemos consultar cc. 65, 69, 92; aún en
general sería correcto decir que él tenía a los monjes en sus pensamientos. Encontramos
una referencia a este pasaje en c. 65, y mencionándolo, de paso, una fuerte evidencia de
que esta obra de Gildas nunca constó de dos partes diferentes ---- Historia y Epistola ---mucho menos de que fueran escritos en diferentes momentos. "Pido perdón a estos
hombres, como ya he dicho en una parte anterior," así escribe Gildas en el capítulo
llamado ", cuya vida no sólo elogio, sino que también la estimo por encima de toda la
riqueza del mundo, y de que, si fuera posible, quisiera tener algo para ofrecerla, en algún
momento, antes de que muera. " Para Gildas, y, al parecer, para sus contemporáneos
también, tanto en las iglesias irlandesas y británicas, la idea original de la vida monástica
había experimentado un gran cambio. Había dejado de ser una vida puramente
contemplativa, o una de disciplina aislada del alma individual hacia la santidad, como tan
bellamente la describe Euchero en De Contemptu Mundi. Gildas, aunque un monje, está
mezclado en la batalla de la vida pública, y el presente trabajo forma parte de la tarea que
lleva a cabo sin temor. "Había un profeta de la gente en el tiempo de los britanos llamado
Gildas Él escribió acerca de sus fechorías:. La forma en que enfurecieron a Dios, que él
hizo que el ejército de los anglos conquistaran su tierra, y destruyesen la fuerza de los
britanos. Y eso se produjo cuando el clero era irregularidad, y la anarquía se apoderó de
los laicos "(Wulfstan, Anglo-Saxón Homilies). A pesar de la posición de la que Gildas
gozaba, el lugar de honor en su mente pertenece a aquellos que vivían en los claustros:
ellos son los santos, los únicos verdaderos hijos de la iglesia madre: sancti Dei, id est,
monachi, como dijo Salvian, expresaría también su idea.
La propia lengua galesa todavía lleva evidencia de palabras como sanctus (santo), religiosi
(crefyddwyr), tuvieron un significado especial, en un primer momento, sin duda, un
significado más completo que el hasta ahora conocido, en que los hombres consideran la
adopción de la vida en el claustro como su "conversión". Pero es muy significativo que
Gildas jamás trató de imponer esta vida a nadie, clérigo o laico, como un cura para los
excesos que él mismo denuncia. Por lo cual lo encontramos a Gildas, estar fuera de la
moda de su época, aunque podemos ver en ello la moderación que es tan evidente en los
"Fragmentos", y que la correspondencia de hombres como Finnan, lo llamen un
sanctorum Hiberniac magister, muestra que ha sido valorado en lugares distantes
(Columb., Kp. I, en M. Germ. H., iii, 159). Sus palabras, sin embargo, implican, por
extraño que parece-que el monaquismo no se había extendido en gran parte de Britania
hacia circa 540. Véase la introducción.
[45] Mater ecclesia es de ocurrencia constante en latín eclesiástico aparece en tiempos tan
tempranos como en Cipriano; Matris sinus con el mismo sentido.
[46] Damnonia en el siglo VI correspondería aproximadamente con el actual condado de
Devon. Aldhelm, entre el 675 y 705, dirige su carta de advertencia a "Geruntius rey y los
sacerdotes (es decir. Los obispos) de Damnonia." Un poema dirigido a Aldhelm sobre la
misma fecha dice: "Quando Profectus fueram Usque diram Domnoniam por carentem
Cornubiam ".Cornubia (Cornwall) parece haber sido un reino independiente.
[47] Aurelius Caninus: No sabemos de ningún lugar mencionado como el que forma el
reino de este príncipe. Parece natural, con Zimmer (Nenn. Fznd., P 307.), Que lo
consideran como uno que se extiende entre Damnonia y el siguiente llamado Demetia. Su
reino bien podría incluir partes de los actuales condados de Somerset, Gloucester,
Monmouth, Glamorgan, y Caermarthen, tal vez, con Caerlleon (urbs Legionum) como
capital. Geoffrey de Monmouth lo lee como Conane. El Dr. Guest se inclina a la
conclusión de que Constantino y Aurelio Conan eran los descendientes bastardos de
Ambrosio Aureliano, mencionados en el c. 25. Esto no es una conclusión pueda ser
soportada.
[48]
Vortipori.
Vortiporius
es
el
Rey
de
Demecia
(Dyfed),
que
corresponde
aproximadamente a la actual condado de Pembroke. La forma galesa del nombre aparece
como map Guortepir Aircol map Triphun en las Genealogías de Harleian MSS., Editado por
el Sr. E. Phillimore en Y Cymmrodor, vol. ix, p. 171. "Aircol debe ser la reducción de Gales
del Agrícola latino", en Rhys Celtic Britain, p. 253.
[49] Cuneglase. Este nombre y todo el pasaje, presentan muchas dificultades. Guneglasus puede haber tenido una forma más antigua, Cuno-glasus, que se encuentra en
muchos nombres, por ejemplo, Cuno-maglus (= Cynfael), Cuno-Valus (Cynwal), CunoBelinus (Cynfelyn), etc. El primer elemento de la forma se conecta bien con cuno- en el
sentido de elevado o noble, como cun, una cima, o cumbre, cynnu, para elevar o con cu,
gen. cunos, un. perro. Maglo-cunus puede tener la misma raíz, con el significado de "gran
señor". (vid. Holder, Alt-Celtisches Sprachschatz, Rhys 'Celtic Bretaña, p. 286, The
Academy, 12 y 19 de octubre de 1895). El significado perro se conectaría mejor con
carnicero, pero glas es una adición extraña en el sentido de fulvus ---- amarillo rojizo. Se
ha propuesto tomar cunus como fulvus, es decir, de color miel, y glas como lanio. Siento
que Gildas debe haber caído en un error, en el calor de su deseo de llamar con un feo
apodo a Cuneglasus. Más tarde, el nombre tomó la forma Cun-glas o Conglas; en las
Genealogías aparece como Cinglas, y tal vez puede encontrarse en Cynlas (Y Cymmrodor,
IX, 172). Cinglas map Eugein dante Gwin, mapa Enniaun girt, map Cuneda, "puede ser
comparado con" lauhir Mailcun map Catgolan, map ceñido Ennian, map Cuneda; "por lo
que encontramos que Cinlas y Mailcun (el Maglocunus de la siguiente sección) ser ambos
descendientes de Cunedda, y ambos nietos de Enniaun. Con esta sugerencia parece justo
concluir que los reinos de los dos eran contiguos. Zimmer pone el de Cinglas en el distrito
entre el Teifi y el Dee, donde se sabe que los descendientes de Cunnedda gobernaron.
Me he atrevido a imprimir urse y ursi, en lugar de Urse, Ursi, como otras ediciones hacen.
La palabra me parece, fue empleada por Gildas como epíteto, paralelo con nombres de
animales ---- catulus para el rey de Damnonia, catulus leoninus para Aurelio Caninus,
pardo para Vortiporius y draco para Maglocunus. Se han intentos para conectar Ursus
con arth en el nombre galés “Arthur”, que es el galés para Arturius (Arcturus). (Academy,
12 octubre de 1895).
Si tuviéramos que adoptar la lectura cesor de A, deberíamos encontrar un significado
estrechamente ligado con lanio, es decir, uno que corta de muchos, que destroza en
pedazos. Auriga Currus receptaculi ursi describe, probablemente, los hábitos bien
conocidos de este príncipe; quién conduce un carro, pero a los ojos de Gildas, ese carro
no es sino la territorio de la fea guarida de un oso, su lugar de retiro: de ahí el término
singular, receptaculum.
50] La "autoridad para atar y desatar" es, como vemos, forma parte de las ideas britanas
respecto la disciplina y la vida de la Iglesia en el siglo VI. Según c. 109, se le otorga a
"Pedro y sus sucesores", es decir, a los obispos, pero Gildas establece una distinción
clara; el sacerdote debe ser un sacerdote santo: la promesa se hace omni sancto Sacerdoti.
Tales hombres como, a los él está escribiendo en contra, aunque son obispos ordenados,
no tienen, por sus vidas non sanctas, añade (c. 109), autoridad alguna, y son apenas
cristianos (c. 92).
[51] Maglocune. Maglocunus es el Mailcun de la nota anterior, bisnieto de Cunedda
Wledig. El nombre aparece como Maelgwn en gelés moderno, generalmente Maelgwn
Gwynedd, designdo como rey de la parte del norte de Gales que fue llamado Venedotia, y
más tarde Gwenedotia. La antigua Gwynedd se extendía desde el río Clwyd (según
algunos, hasta el río Conway) hacia el oeste y hacia el sur hasta la Mawddach o Dyfi.
Maelgwn tuvo como maestro al célebre Illtud, y pudo o no pudo haber sido en su
monasterio, al mismo tiempo que el propio Gildas estuvo allí. El voto a tomar sobre sí, la
disciplina aislada de un monje, llegó después de haber probado el sabor de la vida
tormentosa de un rey: el monasterio, sin embargo, fue abandonado, y Maelgwn parece ---en parte a sus propias cualidades brillantes, en parte como derecho familiar ---- haber
alcanzado una posición de preeminencia sobre los otros príncipes, o, como Gildas dice,
"te cunctis paene Britanniae ducibus tam regno fecit (Deus) quam estado liniamento
editiorem ......"En la leyenda, que le da al menos, un eco de este hecho, vid. Welsh Law
(1841), II, 49-51. Según los Annales Cambriae, murió de la gran peste en el año 547: ".
Un [547] Mortalitas magna en qua pausat Mailcun rex Guenedotiae." La fecha, el 547, sólo
puede ser aproximada.
Insularis draco es explicado en el Celtic Britania- como dando a entender que "isla" es la
propia Britania, y no Mona. Cuando reflexionamos que "dragón" es el último de los
epítetos injuriosos ---- cachorro, leopardo, oso, dragón ---- aplicados a los cinco reyes,
uno se inclina a creer que incluso prtetendía herir a los insularis. Si es así, la referencia
debe ser Maelgwn, en su casa en Mona.
[52] Este maestro es generalmente considerado como Illtud, que no es nombrado, debido a
su preeminencia, y a un sentimiento de reverencia por parte del escritor (véase la
Introducción).
[53] Gildas, al citar en otros lugares de forma consecutiva los Evangelios, tiene un estilo
de texto casi idéntico al de la Vulgata; pero aquí, citando probablemente de memoria, su
estilo es el mismo al del parcialmente revisado Codex Brixianus.
[54] Aunque Gildas se mezcla su mensaje de denuncia a los cinco príncipes con
apelaciones afectuosos para una reforma, termina sin embargo, cada mensaje con una
lujosa y amenazante amenaza de los tormentos del infierno. Las denominaciones
utilizadas por él para el lugar de tormento son infierno, o infernum y Tártaro.
[55] Este " llorosa narrativa de quejas" (flebilis querulaque historia) incluye la parte que
comienza, en c. 26, donde los hombres mayores mueren y son sucedidos por una
generación ignorante de las luchas anteriores con los sajones, con experiencia
únicamente sobre la tranquila actualidad. La historia termina con c. 36. palabras muy
conocidas sobre Gildas que Beda escribió, "con lágrimas en su lenguaje" (Sermone flebili,
i, 22), pudieron haber sido tomadas de este pasaje. La frase querula historia significa una
narrativa que establece cargos definitivos o quejas. En la Col. iv, 13, tenemos
probablemente la querela latina reproducida por las versiones autorizadas en gales e
Inglés, en el (ahora) arcaico cweryl y quarrel “pelea”. "Y si alguno tuviere pelea (= queja)
contra cualquiera".
Bibliografía
Beda, Historia eclesiástica del pueblo de los anglos, Madrid, Akal, 2013.
García de Diego, Vicente, Diccionario Latín, Larousse, Barcelona, 2008.
Gildas, vid.: Mommsen y Pearse.
Mommsen, Theodor editor, Gildas, De excidio Britanniae, en: Chronica Minora
Saec. iv, v, vi, vii volume 3, pp 1-85, Monumenta Historica Germaniae, Scriptores,
(Berlín 1961).
Pearse, Roger, Gildas, The Ruin of Britain & c. Londres, Cymmrodorion Record
Series, No. 3, 1899.
Hugh Williams, traductor, Dos Vidas de Gildas por un monje de Ruys y Caradoc
de Llancarfan,Londres, Cymmrodorion Record Series, 1899.